La Generalitat Valenciana ya tiene la respuesta de Bruselas al nuevo pliego de condiciones que presentó a la Comisión Europea para la venta de Ciudad de la Luz. De las condiciones que el Consell propuso en el nuevo documento para «salvar» de forma más digna el complejo cinematográfico estaba el aumento de precio de venta, que pedía incrementar de 19 a 50 millones de euros. Y este organismo ha dado luz verde a que los números sean más favorables y permite que la nueva subasta parta de un mínimo de 50 millones.
Aunque no se podrá dar prioridad a las propuestas que se dediquen al mundo del cine, la Comisión Europea sí que ha aceptado que los aspirantes a adquirir el complejo alicantino tengan que presentar como requisito un plan de negocio para las instalaciones ubicadas en Agua Amarga. Con una salvedad: que no sea un punto exclusivo, es decir, que pide «prudencia» a la hora de descartar alguna oferta. Porque lo que está claro es que Bruselas no permite que se dé prioridad a las empresas que vayan a acometer un uso cinematográfico de las instalaciones, pese a que para eso se construyeron. Es decir, que la CE sigue manteniendo su línea que persigue que se alce con la riendas de los estudios aquella propuesta cuya oferta económica sea mayor. Lo que ocurre es que si antes no entraba a valorar el uso que se vaya a dar el complejo, ahora ha visto con buenos ojos que se especifique en la propuesta cuál va a ser.
El incremento del precio de venta de Ciudad de la Luz conseguido «in extremis» se aleja mucho, no obstante, de los más de 200 millones que costó su construcción, aunque al menos supone doblar la cantidad de partida en la subasta a la que se veían abocados los estudios. Si el precio inicial marcado en el pliego de condiciones con el que el anterior gobierno autonómico sacó a concurso el complejo establecía un mínimo de 94 millones, en caso de llegar a segunda subasta permitía su venta tan solo por un mínimo del 20 por ciento del precio inicial, es decir, 19 millones de euros. Y se llegó, ya que no se presentó ninguna oferta en la primera vuelta.
Eso conducía sin marcha atrás a sacar de nuevo a licitación las instalaciones alicantinas en segunda subasta, con la enorme pérdida económica que es suponía. Sin embargo, el nuevo Consell consiguió paralizar ese proceso tras reunirse tres directoras generales de la Generalitat con los responsables de la Comisaría de la Competencia en Bruselas el pasado mes de septiembre para paralizar la venta. En octubre fue el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, el que acudió a una cita con la comisaria de la Competencia, Margrethe Vestager, en Bruselas, quien dio luz verde a que el Consell elaborase un nuevo pliego de condiciones para modificar algunos aspectos del documento de venta. Ese nuevo pliego de condiciones -que mantiene que se pueda vender en seis lotes o en su totalidad-es el que acaba de aprobar la CE.
Hay que recordar que Ciudad de la Luz debe venderse para cumplir con la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que obliga al Gobierno autonómico a recuperar 265 millones de euros de ayudas concedidas por el anterior Consell al complejo y que Competencia considera ilegales.
