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Paco Grau: «Milans del Bosch era un encantador de serpientes»

El fotógrafo Paco Grau estrena la exposición «De reüll» el próximo jueves en Alcoy

Paco Grau: «Milans del Bosch era un encantador de serpientes»

Desde finales de 1978, Paco Grau lleva plasmando la actualidad, sobre todo alcoyana, pero también de gran parte de la provincia de Alicante y la Comunidad Valenciana, con un estilo personal, siempre centrado en el gesto, en el detalle. Suyas son algunas imágenes ya históricas, como las de los actos de Milans del Bosch en vísperas del 23-F o el desalojo del Hospital Virgen de los Lirios por un incendio.

Tomando café en el «Cantó del Pinyó», centro neurálgico de Alcoy por excelencia, por puro azar empezamos hablando de fotografías de boda...

Abrí el estudio porque mi hijo volvió tras años en Granada y caminos no hay muchos... Yo pensaba que no habría muchas, porque el tema de la religión ha bajado bastante, y el primer año hicimos 13 ó 14 bodas y más de 30 comuniones. Quizá la gente quiere reinar por un día, pero no le acabo de ver el futuro.

¿Cómo lleva esta faceta?

Yo no se hacer fotos de boda; siento vergüenza y lo paso mal. La sensación con la prensa, que ibas a un sitio y olías la foto, eso con las bodas no me pasa. Y ahora se hacen fotos con las bodas muy bonitas y hay grandes profesionales.

¿Cómo llegó a fotógrafo de prensa?

Hice un corto con Carlos Pérez sobre el antiguo asilo de El Camí, donde estuvimos tres meses: llegábamos a las 5 de la mañana y nos pasábamos el día. Era para sensibilizar a la gente para que hiciera donativos. Fue el principio de todo, porque a raíz de esto me buscaron y empecé en INFORMACIÓN, con José Vicente Botella, y luego en Ciudad. Hay que tener en cuenta que en aquella época no se publicaban apenas fotos, como máximo de reuniones o algún reportaje de calle; por ejemplo, de la visita de Camilo José Cela se publicaron dos fotos. El gran reportaje gráfico no existía.

El primero que hizo fue de calado...

Sí, coincidió que el mismo día vinieron a Alcoy Suárez y Fraga, y al día siguiente Alfonso Guerra, que dio un mitin en el polideportivo. A mí me gustaba el detalle, el gesto y en aquella época tuve la suerte de que El País era el referente y le daba un punto de valor a la foto. La gente de aquí también estaba por la labor.

Hasta entonces quizá imperaba más la foto deportiva, el fútbol...

A mí, la foto del fútbol me creó muchos problemas. Nunca me ha gustado el fútbol y me atraía más lo que pasaba en las gradas que en el campo; por ello, sacaba a la gente tirando cosas al árbitro o con la boca desencajada, insultándole. Tuvimos problemas, sobre todo en la época de «Farra» (Rafael Verdú) de presidente del Alcoyano. Lo bueno de aquella época era que estabas con la gente y no estabas al margen; si venía una visita oficial y se iban a tomar café, te lo tomabas con ellos. Yo he hecho fotos en el vestuario del Alcoyano con Manolo haciendo un masaje y Barrios desnudo, sólo con la toalla en la cintura. A los accidentes a veces ibas con la Policía Nacional y hemos llegado a ayudar al juez con las autopsias o a abrir un ataúd en una exhumación.

Como ocurrió en Planes por un crimen...

Efectivamente. La realidad es que la foto de prensa te permite estar en escenarios reales. Ahora es imposible, pero en aquella época pasaba. Ahora también la foto te la preparan, pero entonces esperabas el gesto y le dabas un valor a la imagen que ahora se ha perdido, sobre todo con la universalización, algo que gráficamente no está bien.

¿Qué es lo más duro que ha vivido profesionalmente?

Cuando revelas es cuando notas un nudo en el estómago, pero cuando estás en directo estás en tensión y no lo sientes. Hubo un caso en L'Orxa, un viernes por la tarde, que un hombre mató a sus dos hijas y luego se colgó con el cinturón. Llegamos antes que la Guardia Civil y aquel día el revelado fue terrible, aunque luego cuidábamos las imágenes. El domingo me llamaron que me buscaban unos periodistas de Madrid; resultó que eran de "El Caso" y me ofrecieron bastante dinero por las fotos, pero no se las vendí.

¿Y con Milans del Bosch, en el desfile en Alcoy antes del 23-F?

Fue increíble porque era un encantador de serpientes. En la comida en el Círculo Industrial se los metió a todos en el bolsillo, hasta a los comunistas, que estaban encantados. Caía bien. Y luego se contaba que aquel día en Alcoy concertó lo de los autobuses...

¿Sigue trabajando en esta línea?

Prensa he hecho siempre, pero en los últimos años lo he dejado un poco, pero siempre tengo el puntito de hacer cosas.

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