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La sobrina de Sempere: «Hay una nueva sensibilidad hacia su obra»

Irene Mira muestra su emoción ante los documentos expuestos en Sempere. De puño y letra

Irene Mira ante una de las esculturas icónicas de su tío Eusebio Sempere. rafa arjones

Tras tres años cerrada, la Sala de Exposiciones de la Fundación Caja Mediterráneo abrió ayer al público para mostrar una exposición excepcional: Sempere. De puño y letra, una nueva mirada más íntima y personal sobre el genial artista de Onil a partir de obras de arte inéditas y documentos personales. La muestra, que está formada íntegramente por piezas de los fondos propios de la Fundación, se podrá visitar hasta el 6 de diciembre en la sala de la avenida Ramón y Cajal, número 5 de Alicante, la que muchos alicantinos han conocido durante varias décadas como «la sala de exposiciones de la CAM».

El contenido de la muestra y la reincorporación de la sala a la vida cultural alicantina se convirtió en todo un acontecimiento y la inauguración registró ayer tarde un lleno total. Asistieron la sobrina del artista Irene Mira Sempere; Mari Carmen, viuda de Vicente Sala, que fue director general de la CAM; la alcaldesa de Onil, Humi Guill; el exalcalde de Alicante Miguel Valor -que ayer se estrenó como patrono de la Fundación-; los también patronos Irene Bajo y Manuel de Barros; el edil de Cultura, Dani Simón, así como numerosos artistas alicantinos y personas del mundo de las Hogueras y la Semana Santa, además del presidente de la Fundación, Matías Pérez Such, y la comisaria Mamen Velasco.

Irene Mira Sempere calificó la exposición de una «sencillez y belleza excepcional» y, como gran conocedora de la obra de su tio, no ocultó su emoción ante el aspecto más deconocido para ella: las cartas. «Me ha gustado mucho ver su letra y algunos artículos que desconocía», señaló Mira, quien reflexionó sobre la «nueva sensibilidad» respecto al artista que emana de esta exposición. «Sempere empieza a verse de otra forma, colateral, paralela, y parece que este es un indicio de otra sensibilidad» hacia el artista y la persona, señaló ayer. «Hay un esfuerzo enorme que puede empezar a dar sus frutos y puede ser ahora el momento de expresarlos», añadió.

Más de 200 piezas conforman este homenaje a Eusebio Sempere, desde el diploma del Premio Príncipe de Asturias que recibió en 1983, hasta su correspondencia con destacados personajes de arte, como Nina Kandinsky o de Alfons Roig, que influyeron de manera decisiva en Sempere y su manera de entender el arte.

La Fundación presenta una primera parte compuesta por obra gráfica, que reúne desde sus primeros aguafuertes y puntas secas realizados en Valencia en 1946-1947, hasta la última carpeta de serigrafías Cántico Espiritual de 1982. Estas obras se acompañan de una cuidada selección de documentos originales, algunos inéditos, custodiados por la Fundación en su Centro de Legados. Se trata de documentación de gran interés para el conocimiento de la figura humana y la talla artística del creador alicantino, como dibujos, fotografías, cartas de Alfons Roig y Raquel Meller o los álbumes de prensa elaborados por el propio artista. La segunda parte presenta una selección de las principales obras de arte de Sempere en sus diferentes lenguajes plásticos, pintura, collage, esculturas y un relieve luminoso, contextualizado con documentación del Legado de Sempere, como correspondencia con artistas, entre otros. Se cierra con un recorrido histórico por sus principales exposiciones individuales.

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