La trágica muerte del hijo de Eric Clapton, de 4 años, al precipitarse por la ventana de su apartamento de Manhattan en 1991 sumió al legendario guitarrista en una profunda crisis. Paradójicamente, esta dolorosa e insustituible pérdida le inspiró a componer tres canciones en homenaje a su vástago: Circus Left Town -posteriormente acortada a Circus-, My Father´s Eyes y Tears In Heaven, que dio a conocer en directo en su celebérrimo Unplugged en la MTV. Sin embargo, finalmente sólo la última llegó a editarse en el disco, y se convirtió en una de las composiciones más laureadas de Slowhand.

Ternura, melancolía, evocación e incluso un llamamiento al optimismo -en el caso de Monty Python- se conjugan en esta sentida playlist para rendir tributo a un ser querido. Y es que una de las grandezas de la música es que es capaz de expresar sentimientos para los que en determinadas ocasiones no encontramos palabras.