El pasado 28 de octubre se cumplió un año de la muerte del torero José María Manzanares. El cuerpo del diestro, de 61 años, fue encontrado en su finca de Cáceres, donde residía. Su pérdida fue un duro golpe para la familia y sus compañeros de profesión, que hace poco le rendían un emotivo homenaje. Todos coincidían en la misma idea: Manzanares no fue solo uno de los grandes toreros de la historia de Alicante sino uno de los mejores de todos los tiempos.