Resulta interesante ver el poder y la influencia de Azorín en la época. «Por ejemplo, él siempre criticaba que en los hoteles españoles no había jabón. Y esto trasciende de tal forma que, en su viaje a Mallorca, cuando va a visitar a Maura, le recibe el director del hotel en el que se alojaba y lo primero que le suelta es que en su hotel sí hay jabón. Es solo una anécdota, pero nos sirve para comprobar la influencia del crítico de viajes en que se había convertido Azorín. Los directores de hoteles le temían», apunta Bri.