Hace 25 años, el DeLorean de Doc Emmet Brown y Marty McFly, el científico chiflado y el adolescente de Regreso al Futuro II, marcaba una fecha mítica para los aficionados al cine: el 21 de octubre de 2015, el día en que la pareja aterrizaba en un futuro que parecía muy lejano, donde los coches y los monopatines levitaban y las zapatillas se anudaban solas. Nada de eso se ha cumplido, como en otras películas y novelas que jugaron con fechas ya superadas en las que el mundo sería otro, aunque cada vez nos aproximemos más. Pero a los cientos de miles de fans de esta saga que arrancó hace ahora treinta años con la primera entrega de Robert Zemeckis no les importa. Es más, estaban esperando tal día como hoy para ver como un ritual, quien sabe si por enénisma vez, la mítica trilogía cinematográfica, icono de los años ochenta. Y para satisfacerlos, grandes cadenas como Kinépolis y Panoramis han programado maratones de Regreso al Futuro. La primera de estas empresas exhibidoras ha elegido Alicante entre las cuatro ciudades españolas donde se proyecta hoy este programa triple y en las que tiene un especial interés la segunda película realizada por Zemeckis en 1989. A diferencia de la primera, la historia transcurre esta vez en el futuro: Marty McFly y Doc Emmett Brown viajan hacia el año 2015 un 21 de otubre para evitar que el hijo de Marty sea encarcelado. Los cines Panoramis también se han sumado a la fiesta y reestrenan la trilogía en versión original subtitulada y remasterizada. Cada película tiene un precio de 5,50 euros pero si se opta por darse un atracón con las tres el precio se queda en 15 euros. Una ocasión para comprobar si las películas han envejecido bien o mal, porque aunque los monopatines no vuelen, las televisiones sí que son planas y existen las videoconferencias, razón de más, tal vez, para que el Museo de Arte Moderno de Nueva York dedique estos días una antología «a uno de los últimos autores clásicos», Zemeckis, por su estilo popular y clásico de hacer cine.
Y para quienes el precio del cine no está a su alcance, el bar cultural Freaks de Alicante ha programado su propio maratón, que incluye merchandising de las películas, sorteo de obsequios para el público que asista disfrazado y una charla coloquio que retransmitirá en directo Artegalia Radio. La entrada y las palomitas son gratis, aunque se debe tomar una consumición mínima obligatoria al precio de dos euros.
