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César Augusto Asencio

«Yo soy un gestor político, no soy el factótum de la cultura»

«El Gil-Albert debe estar orientado a una cultura más especializada», opina el diputado

«Yo soy un gestor político, no soy el factótum de la cultura»

¿Cuáles son las inquietudes culturales de César Augusto Asencio?

Me gusta un poco de todo. Los libros de ensayo, de Historia, de divulgación científica, temas del cosmos o el origen de la vida. También temas que entronquen con enigmas del pasado... Me gusta lo ortodoxo y lo heterodoxo. Cuando tengo tiempo la novela y la música, de todo, pero prefiero un buen concierto de música clásica. No tengo una amplia especialización en nada, pero un poco en todo.

O sea, que se encuentra a gusto en este departamento.

Sí, sí. Se lo dije al presidente cuando me nombró. También al anterior diputado, Juan Bautista Roselló. Me preguntó qué área prefería y le dije que Cultura no me disgustaría. La verdad es que me gusta lo que estoy haciendo.

Usted dijo nada más ser nombrado que ha pasado de repartir el presupuesto al resto de diputados a tener que gestionar el suyo propio. ¿Ya ha asumido ese cambio?

Como diputado de Hacienda era el que más dinero movía y el que menos gastaba. En cambio ahora he pasado al otro lado de la mesa, de estar viendo lo que se gastan los demás y recortando, a estar en un lado en el que hay muchas demandas y te encuentras con que el presupuesto es una limitación. Ahora me toca pedir...

Tiene a su cargo entidades que son motores culturales como el MARQ, el ADDA, el Mubag o el Gil-Albert.

Bueno algunas de estas entidades las conozco por dentro. En 1991 fui diputado por primera vez y en aquel mandato y en el siguiente estuve en la junta rectora del Gil-Albert. Allí conocí a personas de relieve, como Arcadi Blasco o Antoni Miró. También he tenido contacto más reciente con el ADDA, porque he sido miembro vocal del patronato desde 2011. En el MARQ no he llegado a estar pero he ido a las exposiciones y he hecho algún seguimiento de lo más relevante que se ha hecho.

¿Y cómo valora su funcionamiento hasta ahora?

Bueno, el MARQ ha tenido una muy buena programación y dirección. Funciona muy bien, está llevando adelante su faceta de difusión, pero también una labor que hay que destacar de investigación arqueológica. Este año hay diez excavaciones en toda la provincia y está ampliamente territorializado. La línea del MARQ es muy buena, científica y de investigación, y de actuaciones en municipios. El ADDA está dando un nivel muy alto, al igual que el MARQ es un ente cultural que está haciendo una amplia difusión de actividades para toda la provincia. Sus conciertos son de altísimo nivel y al mismo tiempo está siendo accesible a los municipios, con las bandas, las entidades culturales... El Mubag no es un órgano diferenciado pero las exposiciones están en un alto nivel también. Para el próximo año ya he tenido la suerte de comenzar a ver la programación y es también de calidad. Estamos haciendo accesibles a muchos pintores de la provincia con las exposiciones temporales o la sala permanente de Varela. Resumiendo, creo que la línea que se ha llevado es muy acertada y creo que debemos seguir así, con la doble vertiente de difusión y de accesibilidad a otros municipios.

Dígame, a su juicio, que se puede hacer por mejorar la gestión de estos centros.

De momento lo que está bien hecho, y los resultados están ahí, pues hay que mantenerlo. Si las cosas funcionan hay que intentar complicar poco las cosas. Es verdad que todo es mejorable, por supuesto, pero mi criterio es que yo soy un gestor político, pero no soy el factótum de la cultura. La cultura la generan los ciudadanos, las asociaciones, hay gente entendida en la cultura. También hay patronos que están en los consejos de estos organismos y por respeto a ellos hay que escucharles, plantear lo que se ha hecho, oír sus sugerencias y en la medida que sea conveniente corregir o ampliar algo pues se estudiará. Si hay organismos de participación no creo que deba adelantar criterios que puedan considerarse una imposición. La gente tiene que sentirse válida y valorar su posición.

Precisamente está pendiente el nombramiento de los patronos del ADDA, del MARQ y de los jefes de departamento del Gil-Albert. Sin ellos no se puede funcionar. ¿Para cuando esos nombramientos?

Estamos trabajando y está ya muy avanzado, pero hay que hacer los nombramientos de pleno, los decretos del presidente... Lo que puedo decir es que está muy avanzado y que en breve esperamos poner en marcha todos los organismos.

Ha dicho que si las cosas funcionan mejor no cambiarlas. Entonces, ¿por qué siempre que hay relevo en los puestos políticos se modifican estos organismos?

Bueno, porque por un lado cambian diputados que pueden serlo o no serlo, también hay fallecimientos, desaparición de patronos porque pertenecen a entidades que se retiran... Y también el cambio político de la propia Diputación. Además hay mandatos de patronos que tienen un periodo determinado.

La Diputación perdió en cierta medida las riendas de los nombramientos en estas entidades culturales al ceder a Ciudadanos la potestad de elegir nuevos gestores en el MARQ o un director del ADDA, figura que ahora no existe, pero este proceso se ha paralizado, a exepción de la nueva dirección del Gil-Albert, que si se llegó a nombrar a José Ferrándiz Lozano. ¿Por qué?

No tenemos mayoría absoluta y toda la responsabilidad no recae sobre nosotros. A veces lo que puede parecer un inconveniente también nos descarga de obligaciones. En este caso, con Ciudadanos se formalizó un acuerdo de Gobierno y eso conlleva una colaboración en determinadas materias. Ciudadanos planteó tener una especial incidencia en esas áreas. Hay que contrastar pareceres de un grupo con otro y llegar al consenso. De todas formas, el nombramiento de una persona no puede ser automático. Han salido nombres, pero no quiere decir que vayan a ser esos, porque el nombramiento de directores y gerentes requiere un concurso público, según la ley. No es una designación fácil. Las cosas no se pueden hacer tan rápido, y más nombramientos de estas características porque hay que intentar no equivocarse y escoger a los más idóneos. Pero vamos en la buena dirección.

Pero sí se hizo en el Instituto Gil-Albert, aunque faltan aún por determinar los jefes de departamento que en anteriores ocasiones se ha hecho al mismo tiempo.

En el Gil-Albert el nombramiento fue más rápido porque la persona venía del propio instituto y era del gusto de Ciudadanos. Era fácil. La estructura del Gil-Albert no está aún porque es muy compleja, de investigación, de arte, de becas, de publicaciones.... es complicado y encajar todo es lo que se está haciendo ahora, está muy avanzado y se hará en breve.

También ha habido una paralización en el proceso de la convocatoria de plazas para el MARQ y el ADDA, porque parece que no estaba muy claro su fin y porque algunas de las personas que resultaron finalistas del concurso eran familia o gente relacionada con anteriores gestores de la Diputación.

Vamos a ver. Hay cosas que pueden ser más o menos estéticas, pero la información que tengo es que se aprobaron en su día las bases, las bases son correctas, se han presentado alrededor de 200 personas y se ha dado una publicidad suficientemente amplia. Pero el presidente ha tomado la decisión de paralizar y estudiar los procesos. Hay opositores que pueden llamar la atención porque sean familiares o con vínculos a personas que han estado en la Diputación, pero hay otros que también han sacado buenas notas y no tienen que ver nada con la Diputación, y tomar una decisión de anulación del expediente hay que estudiarlo bien porque puede dar lugar a impugnaciones por parte de muchas personas. En principio tendré que estudiar este tema con el presidente a ver qué hacemos, pero para parar algo hay que tener informes jurídicos. No se puede anular un expediente sin un informe favorable.

Pero tiene que reconocer que no es muy estético...

Pero piense usted que también hay funcionarios que son familiares de otros funcionarios de la Diputación. Hay padres e hijos, porque la familia no es un motivo de incompatibilidad. Hay una recusación de estar en tribunales, pero no se ha vulnerado eso, al margen de que pueda ser más o menos estético. Eso no es motivo para anular un procedimiento. Se hará si hay alguna anomalía, alguna infracción de normas.

Cada vez que hay un cambio en el Gil-Albert se entabla la polémica de si traer famosos o no. De su mano hemos visto en el ADDA a Vargas Llosa, Javier Cercas, Caballero Bonald, Félix Grande, Gil de Biedma, Agustín Díaz Yanes, David Trueba, Imanol Uribe... El nuevo director, Ferrándiz Lozano, dice que lo va a estudiar. ¿Usted qué opina?

No hay que cerrarse a nada, pero también hay que intentar optimizar los aspectos más fuertes que tiene cada organismo. Entiendo que la fisonomía del Gil-Albert predetermina un poco el fin. Por su estructura, con muchos profesores, catedráticos, con temas de becas de investigación, veo que tiene que ver menos con la organización de actividades masivas, creo que tiene que impulsar líneas que a veces no son mayoritarias. Yo no cierro la puerta. Pero debe estar orientado a una cultura -y no me gusta la palabra- quizá más elitista, mejor dicho, más especializada.

El problema es que si el Gil-Albert no lo hace, Alicante va a perder esa línea que es cultura con mayúsculas.

Está claro. Yo no discuto que haya que organizar actos más masivos, por decirlo de alguna manera. Pero todo lo que tenga que ver con la cultura, de investigar, de fomentar, de becar, de exposiciones son temas más del Gil-Albert. No lo veo mal, pero eso lo tendrá que decidir el consejo. El gerente tendrá que dar a conocer su criterio y estudiar temas de presupuesto y ver si con ese dinero se pueden dar más becas... Habrá que valorarlo.

La Generalitat ha cambiado de signo político. ¿La relación con el Consorcio de Museos, CulturArts y otros departamentos con los que debe dialogar está siendo más complicada?

Con el Consorcio de Museos está habiendo retrasos. Tenemos alguna exposición en la que tenemos interés, pero no se nos ha contestado. Puede ser por el cambio, pero el Consorcio tiene que ser un instrumento ágil para impulsar cosas. Si no está claro de aquí a los próximos meses, hay actuaciones que si no se pueden hacer a través del Consorcio las haremos nosotros.

¿Qué proyectos nuevos tiene para su departamento o está más en la línea de continuidad?

He revisado los que no estaban en marcha, algunos que están en ejecución, como la Muestra de Autores o el Premio Azorín. Y vamos a reforzar algunas cosas, como la sala permanente de Emilio Varela en el Mubag, que queremos ampliar con algún convenio y algún mecenazgo para enriquecerla alguna y reforzarla. Estamos en gestiones, pero queremos casi duplicar las obras de esa sala permanente. También estamos estudiando otras actuaciones en el museo. Por otro lado, va a haber alguna novedad, como un ciclo de música antigua que vamos a desarrollar en el ADDA, pero desde el área de Cultura de la Diputación porque no está en marcha aún el consejo del Auditorio y lo hemos impulsado desde aquí. Vamos a ver cómo responde la gente. Era un hueco sin cubrir en el ADDA y va a ser para final de año, con varios conciertos.

Andan enzarzados en la Diputación con el conflicto por los sueldos y asesores. ¿No le parece que tal como esta la cosa es un poco feo?

A mí no me da tiempo de ver eso. Lo sigo por la prensa. Yo estoy en el mundo de la cultura, con mi gestión y no tengo tiempo para nada. He estado en los yacimientos de Pedreguer y Calpe, en el Misteri, en el Tratado de Almizrra, inaugurando el Museo de Música Etnográfica en Busot... No he parado.

Dígame algo del IVA cultural.

Bueno, como diputado de Cultura todo lo que grave este área es una limitación. Pero no me voy a meter a hacer política si esa actuación es incorrecta o no porque con el dinero que se recauda es con lo que luego se pueden financiar las cosas.

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