Hacía seis años que Penélope Cruz no saltaba a la primera línea del cine español. Después de haber trabajado con directores como Ridley Scott o Woody Allen, la actriz española más internacional regresa de la mano de Julio Medem en Ma ma, aunque ella dice que en realidad nunca se ha ido.

Magda, su personaje en el octavo largometraje del director de Lucía y el sexo, es una maestra en paro que afronta con una asombrosa entereza y generosidad el diagnóstico de cáncer de mama y su dramática evolución.

«Magda es un ejemplo de lucha, una lección de vida sobre cómo afrontar una tragedia», señaló en una entrevista con Efe la ganadora de un Óscar, como mejor actriz de reparto, por Vicky Cristina Barcelona y quien recientemente sufrió la muerte de su padre.

«Inspira a cualquiera que la ve -añade-, porque todos vamos a tener pruebas de fuego en nuestra vida y es clave cómo te enfrentas a ellas».

«Magda es el ejemplo más grande; ella ve que hay un agujero muy oscuro que se la quiere llevar y lucha con todas sus fuerzas para que no sea así. Sabiendo que eso está ahí, pone la atención en lo contrario, en la luz y en la vida», precisa Cruz (Madrid, 1974).

Luis Tosar y Asier Etxeandía la acompañan en su crudo y luminoso viaje, como su pareja y su ginecólogo, respectivamente, ambos atraídos por la fortaleza y el carisma de Magda, que «ya estaban en el guión, pero que Penélope ha reforzado por todas partes», según Tosar.

El guión de Ma ma, que llegará a los cines el 11 de septiembre, llevaba tiempo en un cajón del autor de Los amantes del Círculo Polar. Fue el deseo de trabajar por fin juntos y el entusiasmo de Penélope Cruz en la historia lo que ayudó a que resucitara.

«El proyecto lo tenía todo. En primer lugar, las ganas de trabajar con Julio. Habíamos estado a punto tres veces y al final no pudo ser por distintos motivos. Pensaba que estaría enfadado conmigo después de haber tenido que decir no tantas veces, pero comprobé que no era así», relata.

«Me leí el guión en una noche y me enamoré de la historia», prosigue la actriz, también coproductora de la cinta.

«Ahora mismo levantar una película es dificilísimo, tengas un nombre o no», confiesa sobre esta faceta en la que se ha estrenado. «Por suerte salió adelante bastante rápido, estamos muy contentos», añade.

Pero, si hay algo que alegra a Penélope Cruz por encima de todo sobre esta película, es la reacción generalizada que, dice, observa en la gente que la ha visto hasta ahora.

«Los temas que se tratan son muy duros, pero no es una película deprimente. Cuando acaba, te dan ganas de abrazar a tu gente, de salir corriendo y decirles lo mucho que les quieres. Me hace muy feliz que transmita eso», comenta, al tiempo que admite que hay momentos «intensos y desagradables».

«Si vas a contar una historia sobre este tema, no se puede edulcorar; es lo que es», sentencia.

Sobre el hecho de regresar a los focos del cine español, ella insiste en que no se ha marchado nunca. «Ha sido una casualidad que en los últimos años haya rodado más fuera; en realidad nunca lo planeo con mucha antelación. Como actor sabes qué va a pasar el año siguiente, pero nada más», dice.

Lo que no es casualidad, continúa Cruz, madre de dos hijos de 2 y 4 años, es que sus principales proyectos, con la excepción de Zoolander 2, que acaba de filmar en Roma, pasen por España.

Además de Ma ma, tiene previsto rodar la secuela de La niña de tus ojos, con Fernando Trueba, un «biopic» sobre Pablo Escobar dirigido por Fernando León y un proyecto con el iraní Asghar Farhadi, que se rodará también en España.

«Lo que me apetecía muchísimo es volver a rodar en mi idioma. Cuando pasa un tiempo sin hacerlo, es una necesidad muy fuerte», reconoce.