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Juanjo Llorens toma las riendas del Aula de Cultura Caja Mediterráneo de Alicante

El iluminador alicantino, ganador de varios premios Max, se une a los productores José Ángel García y Ángel Sánchez, y firman un convenio con la Fundación que gestiona este espacio para programar teatro, danza y música a partir de octubre

Imagen de la fachada del Aula de Cultura Caja Mediterráneo de Alicante ERIC CARPE

El Aula de Cultura Caja Mediterráneo de Alicante, uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad en las últimas décadas, volverá a tener una programación estable a partir de octubre. Y lo hará de la mano del iluminador alicantino Juanjo Llorens, que une su experiencia artística con la que ha cosechado varios premios Max, a la del productor también alicantino José Ángel García, que ha trabajado con Juanjo Seoane, y de Ángel Sánchez, que fue director de producciones del Centro Dramático Nacional.

Los tres han puesto sus trayectorias al servicio de este proyecto con el que persiguen reflotar ese escenario, con la puesta en escena de montajes de gran calidad que nunca llegan a Alicante, al no existir un espacio para este tipo de teatro. «Traeremos espectáculos de mediano y pequeño formato, lo que se ajusta a esta sala, que se han visto en Madrid en escenarios como la sala pequeña del Teatro Español o el Matadero», afirma Llorens, que se encuentra en plena vorágine con Cabaret, el musical, que se estrena el 1 de octubre.

Precisamente será en ese mes, en octubre, cuando arranque la nueva programación del Aula de Cultura de Alicante, gracias a la firma de un convenio con la Fundación Caja Mediterráneo que gestiona este espacio desde la disolución de la CAM, cuya Obra Social convirtió este escenario en un lugar puntero de programación cultural.

Teatro, danza, música, magia y espectáculos infantiles -estos últimos en principio con compañías locales- se darán cita en esta sala. Las compañías vendrán a taquilla y un porcentaje irá a parar a la Fundación. «En el momento en el que estamos las compañías tienen que asumir riesgo y nosotros también, por eso serán montajes de mediano y pequeño formato».

Los espectáculos tendrán como requisito la calidad, asegura Llorens, que reconoce que juegan con ventaja «porque los tres estamos muy relacionados con este mundo por nuestro trabajo y tenemos acceso directo a muchos contactos, aunque son las compañías las que tienen que aceptar venir».

El primer trimestre, entre octubre y diciembre, ya está cerrado y la programación se presentará en principio la próxima semana. El objetivo es programar la temporada completa de manera que haya algún tipo de espectáculo todos los fines de semana.

Todo comenzó en 2013, cuando Juanjo Llorens, que también está preparando la iluminación del último espectáculo de Aída Gómez, fue invitado a participar en el ciclo Talentos de casa del Aula de Cultura. Ahí se abrió un primer contacto, pero no fue hasta hace un año cuando comenzó a trabajar en el proyecto junto a sus socios. «Yo controlo más el tema artístico y ellos los números».

De hecho, Llorens recuerda este espacio como una sala «emblemática» de la ciudad. «Yo empecé a trabajar en este escenario, hice Maquillaje de Nuria Espert». La intención, asegura, es «hacer algo en la ciudad, porque tanto José Ángel, que trabajó en el Principal, como yo tenemos aquí nuestras raíces».

Lo que tiene claro es que «Alicante necesita una programación de otro tipo de teatro que no tiene su lugar en el Principal, pero que hace falta en la ciudad; hay muchísimas cosas buenas que se están haciendo en otro formato que no están llegando aquí y se pierden».

En este sentido, el iluminador destaca que «está claro que ni podemos ni queremos hacer competencia al Teatro Principal, ni se nos ocurre; es un magnífico teatro con una gran dotación técnica donde se hacen grandes espectáculos, nosotros lo que queremos es llenar otro hueco diferente».

Obras en el recinto

Para la reapertura de la sala como espacio con una programación estable, se han acometido obras en el Aula de Cultura Caja Mediterráneo, por parte del equipo que lo va a gestionar.

Lo más destacado de esta actuación es la adecuación de una taquilla para la adquisición de entradas, dado que hasta ahora la mayor parte de programación de la sala tenía carácter gratuito. También se ha colocado un suelo nuevo en el escenario. «No es un teatro, no tiene peine, y eso condiciona bastante», afirma.

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