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Daniel Simón

«No voy a pedir el carné político, voy a pedir el currículum»

«Hacer política es priorizar y nuestras prioridades van a ser distintas a las de otras personas»

El edil de Cultura, en la terraza de la concejalía. PILar cortés

¿Cómo se ven las cosas desde un despacho cuando siempre estaba al otro lado?

De momento las veo igual. La cultura de Alicante sigue siendo la misma aunque yo esté en este despacho. Lo que te imbuye más que una visión distinta es la responsabilidad, tienes que ser ecuánime y hacer todo lo que has dicho que ibas a hacer, que ibas a cambiar la cultura de Alicante, que ibas a mejorar las condiciones de los artistas, que ibas a llevar la cultura a los barrios...

¿Había soñado alguna vez con estar aquí sentado?

Sí, igual que un niño podía soñar con ser astronauta yo quería ser concejal de Cultura de mi ciudad. Y fíjate sí que tiene mucho de sueño y todavía no lo acabo de asimilar. Piensas Bernicola, Pedro Romero, Miguel Valor... y ver tu nombre unido a la lista es algo que no acabo de asimilar todavía.

¿Qué porcentaje de «culpa» de que usted esté aquí sentado tiene la indignación y qué porcentaje su programa cultural?

El grito del 15M yo me niego a definirlo solo como indignación. Desde luego que había un componente de no queremos lo que hay, pero desde el minuto cero estaba diciendo "queremos esto alternativo". Cuando se ha hecho la candidatura de unidad popular Guanyar Alacant creo que ha sabido recoger esa ilusión. La indignación es solo el principio. Y esto es la filosofía antimenfotista que yo siempre he defendido y que acuñé de alguna forma. En Alicante se decía que solo nos quejábamos de lo que iba mal sin hacer nada al respecto y yo detecto que en el mundo cultural hay artistas, gestores... que después de quejarse pasaron a la acción y vimos que no estábamos solos, éramos muchos. Llevamos en los corazones un mundo nuevo y le hemos dado forma de programa electoral.

¿Qué se ha encontrado?

Pues es muy fuerte que en una concejalía que tiene 400.000 euros de presupuesto me haya encontrado con solo 7.000 encima de la mesa para lo que queda de año. No sé si es algo habitual cuando llegan elecciones, pero me parece hasta algo poco caballeroso. También me he encontrado una concejalía que estaba gestionada de una forma, vamos a decir, muy personalista. Yo traigo otro estilo. No voy a decir que sea mejor ni peor, pero es distinto. Me he encontrado con que no había un presupuesto concreto para el MACA ni para la sala de la Lonja. Yo creo más en que los centros tengan gestores con criterio para programar pero también medios..

Sabe por experiencia que la cultura recibe poco presupuesto. ¿Cómo va a replantear la financiación al alcalde?

Vamos a presentar la cultura no como gasto sino como inversión. Y vamos a pensar estratégicamente. Esperamos, y vamos a medirlo, un impacto de la cultura en la hostelería y el comercio de los barrios. Y si hablamos de dinamizar comercio, hostelería y vecinos, hablamos de algo más que cultura. Entonces para que la cultura deje de ser niña pobre en los presupuestos creo que hay que presentarla como fuente de empleo, como fuente de dinamización de barrios y como polo de atracción turística.

¿Y qué va a hacer para conseguir ese objetivo?

Creo que hemos sido poco ambiciosos con muchos actos que se han organizado. No se ha trabajado en que atraigan al turista ni en ver las cifras de impacto turístico. Tanto el programa de Guanyar como del PSOE, por ejemplo, llevamos el crear un recinto de festivales estable en Alicante. Tenemos el SOS en Murcia, el Low que empezó en Alicante y huyó de la ciudad... ¿Por qué no está Alicante dentro de los circuitos de festivales de verano siendo una ciudad tan turística? Es inconcebible. Crear un recinto de festivales e impulsar festivales desde el ayuntamiento atraerá turismo y también hará que se ponga a disposición de la iniciativa privada.

¿Es fundamental que la inversión privada entre?

Es que creo que hoy en día la iniciativa pública no puede vivir de espaldas a la iniciativa privada. En la Comunidad Valenciana hemos aprobado una ley de mecenazgo y patrocinio en espera de una ley nacional que no llega, que Wert paralizó. Vamos a ver hasta dónde llega. Y fondos europeos tampoco hemos visto muchos volcados en temas culturales.

El ministro Wert ya no lo es. ¿Habrá un antes y un después?

Es fácil que haya un antes y un después porque es difícil hacerlo tan mal como Wert. Ha puesto en pie de guerra a todo el mundo de la educación y ha herido de muerte a la industria cultural con la subida del IVA... Nunca creyó en la cultura ni como recurso ni como derecho. Hasta nunca.

¿Y en Alicante se ha creído en la cultura?

Creo que las instituciones no han apostado por la cultura como fuente de empleo y de atracción turística. Y no ha apostado por nuestros artistas. Nach, en la música; José Benito, en la fotografía; Sol Picó, en la danza; Mauri Sanchís, en el jazz... gente que está paseando el nombre de Alicante por España y fuera de España. Creo que ha faltado apoyo a los artistas. Hemos creído que por ser de fuera de Alicante eran mejores. Pero creo que en Alicante podemos hacer mucho. Y eso va más allá de cederles un espacio. Quiero que Alicante suene a nivel nacional, quiero sacar pecho de los artistas de aquí y quiero que el éxito de esos artistas se conciba como punta de lanza de algo que tienen detrás y no como excepciones.

Participación, transparencia y cultura en los barrios son los tres ejes que usted piensa aplicar en su política cultural. Son pilares básicos y sonar, suena muy bien, pero en cultura siempre suele haber propuestas vagas. ¿Cómo se concreta?

Pues en cuanto a participación, vamos a tener un consejo local de Cultura, que nunca ha habido en Alicante, con artistas de música, de plástica, de teatro, de escénicas, de cine, gestores culturales, asociaciones... Siempre era cada sector reunido con el concejal de turno. Yo con, yo con... Yo quiero presentar la cultura como un todo. Las preocupaciones no serán las mismas, pero quiero que haya un lugar común aunque luego haya que trabajar por subcomisiones. Habrá que ver cómo se articula, pero vamos a tener reuniones ya a partir de septiembre. Tendrá como uno de sus primeros cometidos elaborar un plan estratégico de la cultura de Alicante. Y va a ser decisorio, no solo consultivo. Voy a darle todo el poder que pueda.

¿Y la transparencia?

Cuando tengamos un plan estratégico diremos qué criterios concretos rigen la programación de cada centro cultural. Ahora tenemos arte contemporáneo programado en MACA, Cigarreras y la Lonja. ¿Qué criterio hay para cada espacio? Mientras elaboramos un plan estratégico me propongo que antes de acabar el año tengamos un documento claro en el que se diga lo que se programa en cada centro. Eso también orientará la acción del gestor cultural cuando vaya a presentar una propuesta. Además ayudará a que nunca se pueda llegar a pensar que unos entran y otros no, que hay un criterio de discrecionalidad por parte de la concejalía.

¿Y la cultura en los barrios?

Pues hacer algo en la Plaza de Argel y no solamente en Cigarreras, por ejemplo, significa que estás dinamizando el barrio, que la gente suba allí a ver cultura y no solo al centro. Eso significa que se dinamiza la hostelería y el comercio de la zona. Y no hay que crear una red de equipamientos por barrios porque ya la hay. Están los centros de acción social, la mayoría con salón de actos yo creo que infrautilizados.

¿Cuál es su opinión sobre el Festival de Jazz y el de Cine?

Pues quiero que sean festivales porque no lo son. El Festival de Jazz, que ha dejado de depender del ayuntamiento y ha pasado a ser de Diputación, con el apoyo municipal, no es un festival es un ciclo de conciertos. Queremos que haya festivales en Alicante pero su definición es otra, una concentración de conciertos en uno o varios días consecutivos, donde la acumulación de artistas sirva como polo de atracción. No creo que un señor de Vitoria venga al Festival de Jazz de Alicante para ver a un artista. Y el Festival de Cine se ve limitado porque no lo es. Un festival es un evento cinematográfico en el que se estrenan largometrajes que es algo en lo que pincha el de Alicante. Y entiendo que traer actores de renombre no es como llevarlos a Madrid o Barcelona. Pero se debería parecer más a Festival de Valladolid o Málaga, y hablaré con sus gestores.

Una patata caliente que se encuentra es la Banda Municipal.

Yo parto de que la Banda Municipal no es un gasto, es una inversión. Hace falta rentabilizarla. No se les paga a unos señores funcionarios del grupo A para que toquen en la Concha. Parte de sus problemas han venido de la falta de autonomía en la gestión, de que cada gasto pasaba por la concejalía. Necesita un presupuesto y que se gestione.

¿Qué va hacer el ayuntamiento con el edificio de Ciudad de la Luz cedido por la Generalitat?

Mi idea es que sea una escuela de cine municipal. Al desaparecer el centro creo que tiene que seguir habiendo una escuela que sea cantera para el sector audiovisual. E incluso podría servir de recinto de festivales. Todo depende de la venta del complejo, pero lo que no vamos a dejar de pedir es que Ciudad de la Luz, sea quien sea el dueño, se dedique a la producción audiovisual.

¿Está preparado para recibir críticas?

No voy a contentar a todo el mundo, pero mi objetivo es cumplir con el programa. A mí me enseñó uno de mis padres políticos, José Antonio Fernández Cabello, que hacer política es priorizar y nuestras prioridades van a ser distintas a las de otras personas. Pero soy consciente de que soy el concejal de Cultura de todos los ciudadanos, no solo de los que me han votado. Y sí, estoy preparado para las críticas.

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