En el Festival de Cine de Alicante termina el circuito de certámenes por territorio nacional, tras pasar por la Seminci, el Abycine de Albacete, el de Cine Europeo de Sevilla y el Internacional de Cine de Autor de Barcelona. Después El arca de Noé seguirá navegando, a su manera, y traspasará fronteras para comenzar su periplo internacional. Y la primera parada será en el East End Film Festival de Londres, uno de los certámenes más importantes del Reino Unido, en la sección Breakthrough European Director. Será el próximo 4 de julio cuando la cinta de los alicantinos Adán Aliaga y David Valero se estrene fuera de España y busque hueco y reconocimiento para un cine que no es fácil.
David Valero lo sabe. Por eso si tiene que definir su película lo hace con un escueto «libre». Lo dijo ayer, antes de la proyección de esta particular cinta en el Festival de Cine de Alicante. «Teníamos los cimientos de una historia y rodamos sin guión, todo fue muy fluido, con mucha libertad, también para los actores que han improvisado mucho».
Apenas cuatro meses de rodaje y un año de postproducción para montar miles de imágenes con las que construir esta historia que viaja hasta el año 2020, con la mayor crisis global que jamás haya conocido el planeta. Serán dos guardas de seguridad de una fábrica que son despedidos quienes construyan una nave para viajar a otros mundos. «En 2020 en nuestra película sigue gobernando Rajoy en nuestro universo», afirma el realizador. «Es un futuro apocalíptico, planteamos qué ocurriría si el país fuera a peor y proponemos un cambio interior para cambiar el exterior. Mezclar para ello el tema bíblico del arca de Noé y una nave espacial pues es un poco raro».
Valero, que asegura que ha aprendido «mucho» de Aliaga, es consciente de que es una película «muy especial, si hubiera funcionado bien con todos los públicos algo habríamos hecho mal».
Lo sabe también el productor, Miguel Molina. «Tiene que ser un público preparado para este tipo de cine y en Valladolid el recibimiento fue bastante frío, pero en Barcelona fue mágica la conexión con el público».
Todo partió de una idea de Adán Aliaga «volviendo de Tabarca». Iba a ser un documental, pero creció y cambió el rumbo para hacerse película y el rodaje empezó en junio de 2013. Después de recorrer algunos festivales internacionales el siguiente puerto debería ser llegar a las pantallas de las salas comerciales. «Estamos esperando a que la película crezca», asegura el productor que aclara que el presupuesto ha sido «prácticamente cero». Primero por necesidad y después «porque quisimos hacer una película ajena a la industria».
A la industria y a cualquier guión. «Hemos trabajado con espontaneidad pura, con mucha improvisación a partir de unas ideas básicas», destaca Fran Gomis, uno de los actores protagonistas, que en la película es el lobo, «que representa el guía, el que cuida de la manada».
Le acompaña el oso, que es Miguel Chillón, cuya profesión real es la de escultor, aunque no dudó en participar en la película. «Es un personaje pegado al suelo y en cierto modo es biográfico también, es un personaje muy similar a mi vida». Su compañera Eva María Torregrosa también se aventuró a participar en esta cinta como serpiente, igualmente sin ser actriz. «La película es nuestra vida misma».
