El rostro de Paco de Lucía corona la cubierta de la nueva estación de metro de Madrid que lleva su nombre y que se inaugura hoy. Se trata de un día importante para la familia del guitarrista, pero también para quienes han firmado un trabajo especial y único en los cerca de 400 metros que ocupa la estación. El ilicitano Rosh333 es uno de los «culpables» de esta obra de arte urbano, realizada a cuatro manos junto a su compañero Okuda.

Entre dos universos es el título de este espectacular trabajo, en el que los artistas urbanos han empleado más de 300 sprays, y que define a la perfección la labor de los dos artistas. A la izquierda, el universo de Rosh333, con su característico lenguaje de líneas curvas, texturas, formas sinuosas y manchas de colores. A la derecha, el de Okuda, con sus dibujos geométricos, formas estrelladas y colores brillantes. Y en el centro, la unión de ambos mundos plásticos, plasmados en el retrato de Paco de Lucía: la cara la firma el grafitero cántabro; el pelo, el ilicitano.

Muchas horas de preparación, bocetos, ideas y luego enfrentarse a un enorme espacio que precisa el uso de grúas. «No ha sido especialmente duro -apunta Rosh333-, lo hicimos en pocos días y además estamos acostumbrados a trabajar en formatos grandes». El artista urbano afirma sentirse «muy satisfecho» de este trabajo. Con la peculiaridad, además, de que será, «de momento», la única intervención artística de estas características en el metro de Madrid que quedará de forma permanente.

Línea 0 es el título de este proyecto, que puso en marcha Madrid Street Art Project, colectivo que defiende y plantea iniciativas para revalorizar el arte urbano, con el respaldo de la Comunidad de Madrid. «Se han realizado intervenciones en Moncloa y Embajadores, y un par de estaciones más, pero durarán solo unos meses; en nuestro caso hemos tenido suerte y es permanente».

Hace un mes la pareja de artistas volvió a la estación de metro para grabar un programa de La aventura del saber de La 2 y se encontraron ya con las obras prácticamente acabadas. «Ahora ya está el suelo de los andenes, las vías, la cubierta y están acabando los trabajos en el túnel. A nosotros nos falta ya solo regular un poco los focos para la iluminación, pero lo haremos justo antes de la inauguración».

Al ver acabado el mural, el grafitero reconoce que «una cosa es el boceto y otra el resultado final», ya que «cuando estás trabajando in situ vas haciendolo sobre el espacio real: la pared es curva, no recta; hay dos columnas que tapan la visibilidad...».

Aunque Rosh333, que ha contado con la colaboración de otro alicantino con el que comparte despacho en Madrid, Antonyo Marest, asegura no ser muy seguidor del flamenco, sí reconoce que siente admiración por el guitarrista, sobre el que se ha tenido que documentar. «Teníamos claro que se trataba de engrandecer su figura; cada uno tenía que crear su propio universo, pero el retrato tenía que estar justo en el centro».

Las críticas de quien lo ha visto ya son buenas. «Me quedo con el comentario que hizo una de sus hijas: le gustó cómo habíamos captado el tema de la mirada, algo que ha hecho Okuda, y también cómo había quedado el pelo, que hice yo».