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Juan Eslava Galán

«Europa se suicidó a lo largo del siglo XX»

El escritor publica La Segunda Guerra Mundial contada para escépticos

El escritor e historiador Juan Eslava Galán. rafa arjones

Este es su cuarto volumen de historia «para escépticos», ¿y por qué para escépticos?

Bueno, el escéptico es el que no se acaba de creer las cosas tal cual se las cuentan. Siempre hay una historia oficial que la escriben los vencedores, y el escéptico es el que intenta buscar explicaciones un poquito más allá de lo oficial.

Su libro tiene más de 700 páginas y 160 capítulos, todos ellos muy breves. ¿Es el signo de los tiempos hacer narraciones muy cortas?

Yo pienso siempre que el lector, al menos el lector que yo tengo, es una persona muy ocupada y que ahora mismo hay muchas incitaciones al ocio y una de ellas es la lectura. La prisa y todo eso es el signo de los tiempos y hago capítulos cortos porque sé que a lo mejor es ése el período que tiene mi lector para leer. En cierto modo yo uso la técnica de montaje, al fin y al cabo somos hijos del cine e intento algo parecido, que después de la acción venga la reflexión, que después de algo muy terrible venga algo humorístico, y de ese modo se hace la lectura mucho más amena.

Pero si me permite, a veces las notas superan en extensión a los capítulos correspondientes

Sí, realmente voy escribiendo dos libros paralelos. El texto en sí, que se puede leer de corrido, y luego la nota. Para mí la nota es fundamental, porque a veces parece que trato el texto con algo de ligereza, y la nota es una llamada al lector consciente. La nota te da un segundo nivel de profundizar en el tema, y por lo tanto se puede leer de dos formas.

Nos espera un aluvión de libros sobre la II Guerra Mundial. Dicen que el que da primero...

Es lo que toca este año... Este libro lo preparé prácticamente sin descanso tras el de la Primera Guerra Mundial por una razón muy sencilla: para mí es la misma guerra con un descanso intermedio. Es la guerra en la que Europa se ha suicidado.

La II Guerra Mundial es uno de los episodios de la historia más estudiados. ¿Todavía quedan secretos o zonas de sombra?

Sí, quedan muchísimos porque ahora se están desclasificando archivos. Los rusos están desclasificando sus archivos y ahí están saliendo muchísimas cosas de la II Guerra Mundial y de la guerra de España. Los americanos tenían una cantidad impresionante de material que se llevaron de Alemania. A los historiadores no les ha dado tiempo a verlo. Un caso concreto: el mariscal Goering era un maniático del cine y llevaba consigo un cronista dedicado solo a filmarlo. Todo ese material está en un 70% inédito y empieza ahora a salir, en color Agfa. Hay muchísimas cosas que iremos enterándonos ahora.

Una de las tesis de su libro es que el fracaso de los alemanes estaba cantado. Nadie lo hubiera imaginado a principios de los años cuarenta.

Tiene la guerra perdida desde el principio, a pesar de la apariencia. Una guerra moderna se hace con petróleo y con acero. No tienen acero, lo traen de Suecia, y los aliados controlaban el 90% de la producción de petróleo frente al eje Berlín-Roma-Tokio que controla un 3%. Tenían que perder la guerra por necesidad.

Y también tumba el mito de que Franco quería ser neutral.

Nunca quiso ser neutral, es lo que nos han vendido. En un principio quiere entrar en la guerra porque cree que se va a acabar en unos días y quiere engancharse al carro del vencedor. Pero Hitler lo desprecia, sobre todo después de tener la experiencia de haber aceptado a Mussolini como aliado, y es más una carga que una ayuda. Pero después, cuando fracasa la batalla de Inglaterra, en el verano del 40, a Hitler le interesa yugular sus abastecimientos tomando Gibraltar. Por mar no puede porque los ingleses dominan el mar y para tomarlo por tierra tiene que aliarse con Franco. Es la entrevista de Hendaya en la que Hitler presiona para que Franco se una a la guerra, pero Franco, muy gallego, ya se ha dado cuenta de que la guerra no está tan perdida para los ingleses y entonces se resiste. A pesar de lo cual, Franco firmó un documento secreto de que entraba en la guerra, que ha desaparecido en su versión española pero la versión alemana acabó en Washington. Franco firmó que cuando España estuviera mínimamente preparada entraría en la guerra.

¿Cómo es posible que esa banda de iletrados embrutecidos que forman el en torno de Hitler arrastrara a un país a una guerra de esa magnitud?

Creo que la explicación es relativamente simple. Alemania se ha sentido muy agraviada por el Tratado de Versalles. Los alemanes laten con un mismo corazón, cuando un gobierno los pone en hora ellos no tienen capacidad crítica. Este hombre que era un fracasado de la vida, pues a los 30 años no tenía oficio ni beneficio ni cultura, tiene sin embargo la virtud de arrastrar a las masas. Él dice a los alemanes las cuatro ideas que quieren oír: denunciar Versalles, Alemania tiene que ser grande, somos los mejores... Lo que resulta un tanto difícil de digerir, pero ahí hay que ver cómo es el carácter alemán, es cómo en los últimos meses de la guerra, cuando está cantado que han perdido, todavía un loco sigue moviendo tropas y los generales no son capaces de pegarle un tiro. Desde un punto de vista que no sea alemán es muy duro digerir eso. En los últimos meses hay 500.000 muertos totalmente gratuitos. Lo lógico cuando un boxeador sabe que le están dando una paliza es tirar la toalla. Y él sigue en pie empecinado en destruir Alemania, porque él no ha fallado, ha fallado Alemania

Uno de los temas más espinosos es el papel y la responsabilidad del pueblo alemán.

Al final del libro lo digo muy directamente y sin tapujos. Antes de que acabe la guerra ya se le ha visto el plumero a Stalin, los lugares que ha «liberado» no los va a soltar. Lo siguiente va a ser una guerra caliente o fría entre las democracias occidentales y el comunismo. Los americanos tenían un plan diseñado de dejar a Alemania prácticamente para cultivar vacas, queso y relojes de cuco, que el nivel industrial de Alemania no superara lo que tenían en el año 31. Querían desmantelar Alemania y que no volviera a levantar cabeza, pero de pronto tienen que cambiar esa política porque ven que van a necesitar un estado tapón frente a los países del Este. Y hacen un curioso deslizamiento semántico, empiezan a hablar de nazis y de alemanes, como si fueran una cosa distinta. Durante toda la guerra han sido la misma cosa. El ejército nazi, los crímenes nazis... etcétera, y nunca se habla de crímenes alemanes y seguimos todavía con el mismo rollo, pero la responsabilidad del pueblo alemán es evidente, sabían lo que se estaba haciendo con los judíos y las barbaridades que estaban perpetrando en el Este. Mataron a seis millones de judíos pero también a tres millones de rusos en solo seis meses, y eso no lo hacen las SS, lo hace el ejército alemán

En síntesis, qué lección sacamos de la II Guerra Mundial.

Más que lección es una experiencia, y es que Europa se ha suicidado a lo largo del siglo XX. Una guerra civil europea, eso es lo que fue. En la I Guerra Mundial se liquidan los imperios coloniales de los perdedores, pero en la segunda se liquidan los imperios coloniales de los vencedores. Europa se vuelve a achicar, se engrandecen otros imperios que surgen como el americano, que es más bien económico, o el soviético, y Europa se encoge y estamos todavía en ese proceso. Además tenemos el islam, que es una conquista pacífica, así que el papel fundamental que Europa ha tenido durante un milenio en la cultura y en la historia mundial lo estamos liquidando.

El humor es una de sus señas de identidad, ¿sería capaz de abordar con ese mismo talante el yihadismo y la guerra contra el terrorismo, o no está para bromas visto lo ocurrido con Charlie Hebdo?

Siempre le pongo humor a todo, pero francamente no. Yo tengo las ideas muy claras respecto al yihadismo y el islam y sé que no es posible la convivencia. Nunca ha sido posible a pesar de lo que pregonan algunos. Aquí hemos tenido coexistencia en la Península Ibérica pero convivencia jamás. La cultura occidental, o la cultura cristiana, si queremos decirlo así, desde el siglo XVIII tuvo la iluminación que fue la Ilustración y separamos pecado de delito. Pero en la cultura islámica no se ha separado nunca. La sharia es incompatible con la declaración de los derechos humanos.

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