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Camelot cierra a lo grande

La discoteca de Santa Pola se despide de 25 años de música con Cycle y otros 20 grupos y dj´s

Camelot cierra a lo grande

Comenzó a dar sus primeros pasos en 1989 hasta llegar a convertirse en todo un templo de la música indie-pop y pionera en la programación de actuaciones en directo, fiestas, festivales y exposiciones. 25 años después, la discoteca de Santa Pola Camelot cierra sus puertas de manera definitiva con una fiesta de Nochevieja considerada una de las diez mejores que habrá esta noche en España y que contará con cinco salas en las que actúan un total de 20 artistas entre dj´s, procedentes de Alicante, Murcia, Ibiza y Castellón, y grupos que ambientarán con música electrónica, lounge, pop y, como no podía ser de otra forma, indie.

Artistas como los alemanes Kiki y Mike Shannon, entre muchos otros, o el grupo Cycle, que actúa en directo por tercera vez en Camelot y que presenta su segundo disco, pasarán por última vez por el escenario que han pasado bandas de la talla de Sexy Ladie, Sidonie, Lori Meyers, Dorian o Prodigy.

Con esta gran fiesta se pone punto y final a la trayectoria de una de las macrodiscotecas de mayor prestigio de la provincia «como consecuencia -afirma Antonio, uno de los responsables- de los notables cambios que se han producido y han provocado un gran descenso de asistencia al club». «El hecho de estar en el extraradio ya condiciona, pero luego llegó el aumento de los controles policiales y, sobre todo, la ley antitabaco y el aumento de los impuestos en la luz y el alcohol han forzado esto», afirma Antonio.

Camelot se suma así al cierre masivo de grandes locales de ocio como Chocolate en Valencia, Pachá en Castellón o KKO y Revival en Alicante, motivado según este empresario por el escaso interés en invertir en ocio nocturno. «Por un lado aumentan los impuestos y por otro los precios de los productos que compramos, y nosotros tenemos que seguir vendiendo más o menos al mismo precio. Así no se puede», protesta Antonio, que afirma que cerrar «da dolor de estómago por la mezcla de rabia y tristeza».

Para él otro aliciente a este cúmulo de factores negativos también es el tardeo debido a que «la gente ahora prefiere empezar la fiesta antes para volver pronto a sus casas y aprovechar mejor el fin de semana, aunque eso lo veo comprensible. Es cuestión de tendencias».

Por el momento las previsiones de asistencia a este momento tan importante en la longeva vida de Camelot son «normales» debido en parte a los precios de las entradas, que oscilan entre los 25 y los 30 euros, ya que con esto «se pretende ofrecer calidad antes que cantidad».

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