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15 años de arte en la universidad

El MUA abrió sus puertas en diciembre de 1999 y desde entonces ha acogido 276 exposiciones, con más de 271.000 visitas

15 años de arte en la universidad

Abrió sus puertas el 16 de diciembre de 1999, como un reflejo «de la tradición museística de las universidades norteamericanas». Lo dijo el entonces rector Andrés Pedreño durante la inauguración del Museo de la Universidad de Alicante, al que entonces calificó como «el resultado de una utopía». De esta utopía acaban de cumplirse 15 años, un tiempo en el que el MUA ha ido ganando terreno a la hora de integrarse en el mundo universitario, para que los alumnos lo consideren algo suyo, pero también en el que ha luchado por abrir sus puertas a la sociedad y acortar la distancia entre el campus y la ciudad.

Para ello, ha luchado por compaginar la vertiente humanística y científica de la comunidad universitaria, con exposiciones externas, muchas de ellas basadas en sus fondos propios, fruto de donaciones en algunos los casos, y que suman más de 1.200 piezas de artistas como la colección de obra gráfica de Eusebio Sempere, con más de 200 láminas; los fondos de Arcadi Blasco; el legado de fotografía arquitectónica de Julius Schuman, y también obra gráfica de artistas como Pablo Picasso, Joan Miró, Agustín Ibarrola o Hernández Mompó.

A lo largo de estos 15 años, se han realizado un total de 276 exposiciones, que han recibido más de 271.000 visitas, además de actividades diversas, desde música a teatro, cine, conferencias o talleres, que han contado con una participación que supera las 140.000 personas. Joan Fontcuberta, Daniel Canogar, Marcel.li Antúnez, Carlos Pazos, Josep Renau, Lidó Rico, Dis Berlin o los locales Sempere, Joan Castejón, Antoni Miró, Mira Bernabeu o Daniel García Andújar, son algunos de los artistas que han mostrado sus obras en algunas de las salas que conforman los 17.000 metros cuadrados del centro (El Cubo, Sala Eusebio Sempere, Sala Arcadi Blasco y Sala Alcudia).

Su espectacular arquitectura ha sido otro de los puntos a favor a lo largo de estos años. Diseñado por el arquitecto ilicitano Alfredo Payá, su concepción como un espacio bajo superficie, con forma de caja hacia el exterior y con una lámina de agua en la parte de la entrada llamaron rápidamente la atención de la comunidad de arquitectos de todo el mundo. De ahí que fuera galardonado con el Premio Architetti en 1998, mismo año en el que esta obra fue elegido como finalista de los Mies Van der Rohe. El año de su inauguración, 1999, quedó igualmente finalista de los premios FAD y en 2001, de los premios Borromini.

Mirando al futuro

Desde hace dos años y medio, el nuevo equipo rectoral tomó las riendas del MUA, prescindiendo de la figura de director. «Con los técnicos del museo y el coordinador del servicio de Cultura, Faust Ripoll, llevamos adelante una programación propia», asegura el vicerrector de Cultura, Carles Cortés. En este tiempo, se ha fijado como objetivo «difundir el patrimonio científico y humanístico de nuestra universidad para contribuir a la formación íntegra de nuestro alumnado», y hacerlo compatible «con la voluntad continua de promover el arte contemporáneo».

Según Cortés, estas líneas de trabajo pasan por convertir al museo «en un centro de cultura contemporánea donde tengan cabida multitud de actividades, como un punto de encuentro entre universidad y sociedad». Y ese sigue siendo el reto. «Vamos notando un incremento de visitas, ahora abrimos los sábados por la mañana y estamos en negociaciones para abrir también los domingos por la mañana; queremos ponérselo fácil a los ciudadanos».

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