Los restos de la fragata Mercedes, hundidos en 1808 frente a las cosas del Algarve, fueron encontrados y «expoliados» por la empresa Odyssey en 2007, que extrajo cerca de 600.000 monedas de plata y oro de la embarcación. Hace dos años, tras un largo litio en los tribunales, el Estado español recuperó este fondo histórico que ha visto la luz en Madrid, con una doble exposición en el Museo Naval y el Museo Arqueológico Nacional, que inauguraron los Reyes en junio y se podrá ver hasta finales de este mes.

Después comienza su itinerancia y la primera parada la tendrá en el Museo Arqueológico de Alicante, un logro con el que el Ministerio de Cultura da «un reconocimiento a la labor del MARQ», aseguraba ayer el diputado de Cultura, Juan Bautista Roselló, ante el resultado satisfactorio de unas negociaciones que empezaron «desde el primer momento» y en el que mucho tiene que ver el subdirector general de Museos del Estado, Enrique Varela, a su vez patrono del centro alicantino.

Será en febrero cuando una selección de más de un centenar de piezas, procedentes de las dos exposiciones que se realizan en Madrid, se instale en el MARQ bajo el título El último viaje de la fragata Mercedes. Organizada por el Ministerio de Cultura, el Ministerio de Defensa y Acción Cultural Española, esta muestra, comisariada por Carmen Marcos y Susana García y con la dirección creativa de Carlos León y Carlos Barrot, ofrecerá al público monedas y objetos del barco, a través de una perspectiva histórica, arqueológica, militar, naval y reconstructiva de lo sucedido en esos siglos.

Incluirá también documentos clave para la resolución del caso judicial, piezas originales de los siglos XVIII y XIX, testimonios de supervivientes y restos arqueológicos procedentes de la fragata, además de recursos audiovisuales, escenografías, reconstrucciones y modelos a escala.

«Es uno de los fondos más importantes, no solo por el valor histórico de las piezas sino por todas las gestiones judiciales que han llevado a su recuperación», apunta Roselló.