Un periodista gastronómico independiente, un jefe de sala que supervisa 17 establecimientos en todo el mundo y otra forma de dar de comer en un restaurante polivalente son las propuestas alicantinas premiadas por la Academia de Gastronomía de la Comunidad Valenciana que, en su décimo aniversario, entregará diez galardones el próximo 23 de enero.

Juan Moll, maître morairense de 47 años, ha recibido el premio a la trayectoria tras llevar más de 30 años atendiendo al cliente en el restaurante de sus padres, La Sort de Moraira, que este año celebra su 40 aniversario, y desde hace tres años supervisa 17 restaurantes del chef francés con más estrellas Michelin, Joël Robuchon.

«Acabo de llegar de París y estoy muy contento por la distinción a toda una trayectoria, que es un premio a mis padres, a mi hermano Josep y a todo el equipo», apunta este jefe de sala que se considera «camarero», lo que requiere «una carga de humildad importante porque a los clientes hay que venderles felicidad y que encuentren una ventaja en el servicio para estar con nosotros y no con la competencia».

Cuando no está en Moraira, Moll supervisa el servicio de los restaurantes L'Atellier en todo el mundo propiedad de Robuchon. «El director de sala ha perdido protagonismo frente al chef en los últimos años, pero no siempre fue así, antes era el anfitrión con el cliente, que debe sentirse bien atendido sin estar agobiado», apunta Moll, que reconoce que La Sort «es el lugar donde me siento mejor que en ninguna parte».

Con un millar de artículos publicados desde 1997 en el diario INFORMACIÓN, además de 900 críticas de restaurantes y más de dos mil reseñas de productos, libros o platos, Lluís Ruiz Soler es el primer periodista gastronómico que recibe esta distinción. «Tampoco somos muchos pero está muy bien que te den una palmadita en la espalda después de toda la vida currando», señala el también responsable de Grastronostrum.com, que ahora prepara un anuario gastronómico de la provincia.

«Me gustaría pensar que me lo dan por ser independiente y estar orgulloso de llevar veinte años ganándome la vida de un modo con el que disfruto, porque mis días libres y mis vacaciones son también para ir a restaurantes», apunta el periodista que conoce al dedillo los restaurantes de la provincia y afirma que su cocina vive, «sin duda, un magnífico momento, pero no soy aficionado a decir qué guapos somos. Tenemos que seguir siendo críticos y no pensar que porque Quique Dacosta tenga tres estrellas Michelin somos todos maravillosos. Hemos avanzado muchísimo y nos queda más por avanzar».

Sergio Sierra, copropietario y chef del restaurante El Portal, también cree que «estamos en el menor momento gastronómico de la Comunidad Valenciana, aunque tengamos menos estrellas Michelin que en otras zonas». El responsable junto a Carlos Bosch de El Portal -premio Otra Forma de Comer- cree que la Academia se ha fijado en ese «algo más» que ofrecer. «Dar de comer y beber es muy fácil y todos lo hacemos mejor o peor, pero nosotros siempre damos algo más: la música, la ambientación, tanto si quieres tener una cena formal como si quieres tomar unas croquetas en la barra o disfrutar de una buen cóctel. Es un espacio polivalente y divertido que abre de 1 a 1 y donde está prohibida la palabra "no"», apunta Sierra, sin olvidar que «el fin principal es dar bien de comer con los mejores productos y servicio».

El premio también lo achaca a su trayectoria. «Hace cinco años empezamos siete personas hoy somos cincuenta», concluye.

Otros premiados son el Mercado Central de Valencia, la cocinera Begoña Rodrigo, el panadero Jesús Machi, el emprendedor Héctor Molina (els3elements), la coctelería Mes que Barmans, el camarero Jesus Mirapeix (Vuelve Carolina) y el proyecto Wikipaella.