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De Alicante a Broadway

El alicantino Aaron Cobos ensaya un musical con Nacho Cano para Estados Unidos y, en septiembre, estrena otro en Madrid

De Alicante a Broadway

Hubo un día en que el alicantino Aaron Cobos quiso ser actor. Cogió las maletas, se plantó en Madrid con 18 años, se recorrió todos los cástines, y a base de talento y esfuerzo, se ha ido haciendo un hueco en el género de los musicales hasta tal punto que hoy se codea con los más grandes. Una carrera no siempre fácil ni exenta de obstáculos en un arte, como el musical, que quizás esté entre los más exigentes. Allí el canto y el baile o, lo que es lo mismo, el cuidado del cuerpo y la voz, juegan un papel de primer orden, donde los sacrificios (que no siempre las recompensas) son parte de la rutina cotidiana.

Eso hace que el verano y las vacaciones se hayan convertido en una mera anécdota para Aaron Cobos, quien acaba de regresar de Ibiza con los nuevos ensayos del último proyecto de Nacho Cano. Un musical de enormes proporciones, inspirado en la figura de Hernan Cortés, la alianza de culturas, y que verá la luz en Estados Unidos, en Broadway, en 2015. Un espectáculo que mueve a docenas de actores sobre el escenario y con el que Nacho Cano vuelve a confiar en el actor alicantino, tras haber trabajado anteriormente en otra de las obras que más han despuntado en los últimos años en España, con Hoy no me puedo levantar.

Pero, a falta de oxígeno y fuerzas, el alicantino Aaron Cobos anda más motivado que nunca. De hecho, tras Ibiza, ha vuelto a Madrid, para encargarse de uno de los papeles protagonistas en el musical Priscilla, la reina del desierto, que se estrenará el mes que viene en la Gran Vía madrileña. La obra, que ha triunfado recientemente en Londres, es un montaje de gran presupuesto y al que ha tenido acceso después de medirse a jueces, productores y varias pruebas más: audiciones, bailes con tacones (por lo que estuvo entrenando meses atrás), improvisaciones... hasta que le comunicaron su contratación. Un éxito que Cobos se toma con la misma ilusión que cuando subió por primera vez al escenario, y con la responsabilidad de encarnar a uno de los personajes principales.

«Los australianos, los dueños de la franquicia, se conectaron por Skype y decidían al 50% que los productores españoles. Hice de todo, aunque hay algo que no podía tocar, la altura. Me presenté y pedían bastante más. Pero al final me dieron el cargo de capitán de baile, por lo que soy responsable de todas las coreografías. Y eso, a nivel de actores, es muy grande», señala con alegría el alicantino, quien agrega: «¿Sabes? Es que esta profesión es brutal. Y creo que eso hay que moverlo más, porque esto no tiene nada que ver con el famoseo ni con la farándula. Este es un trabajo integral de formación, de fondo, una carrera de fondo hasta que me muera».

Lo cierto es que Aaron Cobos es un privilegiado del musical, porque su talento le ha venido siempre acompañado de oportunidades, y que no le han faltado en toda su carrera. Hace apenas unos meses estuvo en la gira de Paloma San Basilio por América, y que fue de Chile a Miami, con una enorme repercusión y llenazo en los teatros.

«Para mí, ella es la única diva que, por decirlo de algún modo, queda ya, tras dejarnos Dúrcal y Jurado. Paloma es una persona muy completa, con un vozarrón increíble, y eran la celebración de nada menos que 40 años de carrera. Yo, al principio, no tenía ni idea, claro, y tuve que aprenderme en una semana 42 canciones, de las cuales 36 salían en el concierto al final. Y que te diera la oportunidad de estar con ella... pues ya puedes imaginarte», comenta Aaron Cobos, quien tiene también a Nacho Cano como a uno de los referentes del género del musical en España: «Es un creativo brutal, que además tiene las ideas muy claras, de la línea de trabajo que vamos a llevar los actores... Y luego está el momento del montaje, cuando ves que todo va tomando forma, que las cosas van encajando, y ves los músicos, que es una de las cosas que más me gustan, cuando toda la compañía trabaja con los músicos y suena la banda... es alucinante», detalla.

¿Y le ha afectado el IVA cultural a Aaron Cobos? «Pues fíjate que sí, porque My fair lady (de Paloma San Basilio) acabó antes de hora, porque el IVA es insoportable, y especialmente en el teatro, donde llevamos un equipo tan grande entre técnicos y actores... Y como no llenes, pues es muy difícil... Y la llegada del IVA cultural pues es eso, un poco de rabia, impotencia. Y cuando encima te dicen que el musical no es cultura, que es ocio y entretenimiento, pues te desmotiva aún más. Pero bueno, vamos a tratar de darle la vuelta a la tortilla, y seguir trabajando. Hay que seguir plantando batalla», afirma Aaron Cobos, quien también ha realizado cursos de televisión y cine, siendo incluso presentador del canal de Disney en México. Un medio al que tampoco no descarta regresar, pero que de momento es imposible al no poder contar con tiempo para las grabaciones por las exigencias del musical. Pero Aaron Cobos no se cierra puertas, ni proyectos, y quién sabe qué le deparará en los próximos meses.

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