Tras la gran actuación ofrecida por Mø, con un rollo místico y sensual, Second y Massive Attack, el sábado llegaba a su fin como el día con mayor asistencia del festival, que llegó a colgar el cartel de «sold out». Es decir, unas 25.000 personas se dieron cita en la Ciudad Deportiva Guillermo Amor de Benidorm para esta fiesta de la música. Ayer la entrada rondó los 23.000 asistentes, al igual que el primer día, lo que refleja el «notable éxito», según la organización. Mientras, el concejal de Festivales y Eventos del Ayuntamiento de Benidorm, Conrado Hernández, destacó la «enorme calidad» del evento a todos los niveles. Así, el Low, que empleó dos millones de euros en su producción y generó un mínimo de nueve para la ciudad -120 euros por persona de media-, consiguió que hasta 75.000 lowers disfrutaran de este movido fin de semana.

De esta forma se presentaba la tarde del domingo en la que mientras Moronda despertaba el auténtico espíritu indie de la velada, los ingleses Los Campesinos! estrenaban el escenario Budweiser -el más concurrido en estos tres días- en el que horas después actuarían los grandes invitados del cartel: Kaiser Chiefs y los españoles Love of Lesbian. «The factory Gates» fue la canción elegida por Kaiser Chiefs para ofrecer el rock más cañero de la noche. Esta banda de Leeds (Inglaterra) cumplió las expectativas y puso a saltar y cantar como locos a los miles de fans que entraron en éxtasis con «Na Na Na Na Naa». Además, el gran juego de luces sobre el escenario hizo que su espectáculo brillara aún más.

El gran estilo artístico de Love of Lesbian también cautivó a todos. Fans o tan solo amantes de la música quisieron estar presentes en la que fue una de las grandes actuaciones de la noche. Presentando su nueva gira «El poder de la tijera», LOL trajo su show más canalla, sin dejar lugar a la melancolía, como si cada noche fuera el fin del mundo. El show de Love of Lesbian fue diferente a lo que hecho durante su gira de invierno. Previamente actuó Izal, a quien le fue fácil meterse el público en el bolsillo ya que las miles de personas que se agruparon estaban expectantes por verles y lo dieron todo desde el primer segundo. La banda madrileña comenzó su concierto de estilo pop rock con la canción «Despedida». Paradójico. A ella le siguieron otros como «Dejaremos de lado» y «Qué bien». Mikel Izal, cantante del grupo, hizo un concierto de lo más entretenido y afirmó quedar impresionado por toda la gente que fue a verles tocar, «aunque sea para ver a Kaiser Chiefs», bromeó.

A esta cita con el rock y el indie era imposible que falte Niños Mutantes, que metieron en ambiente a todos con «Todo va a cambiar». También hablaron de polémica ya que dedicaron a Jordi Pujol y su familia la canción «Caerán los bancos» con el que muestran rechazo a las personas de las grandes esferas que se nutren de los bancos. Así, el Low Festival cerró sus puertas con éxito y dejando con ganas de más.