Dos años después del cierre del portal de descargas Megaupload, las grandes factorías de cine y música de EE UU han decidido finalmente perseguir en los tribunales al creador de esa web, el célebre Kim Dotcom, quien hasta el momento ha salido airoso de sus pleitos con la Justicia.

La Asociación de la Industria de la Grabación de Estados Unidos (RIAA), organización cuyas discográficas generan el 85 % de toda la música producida y vendida en ese país, ha sido la última en abrir una causa civil contra Dotcom y sus socios, a los que acusa de promover los contenidos piratas y hacerse millonarios en el proceso.

La denuncia fue presentada el jueves en los mismos juzgados de Virginia donde el lunes los abogados de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA), que representa los intereses de los seis estudios más poderosos de Hollywood (Columbia, Disney, Fox, Paramount, Universal y Warner), plantearon un caso similar.

Dotcom, ciudadano alemán de nombre real Kim Schmitz y residente en Nueva Zelanda, tiene desde 2012 una causa penal pendiente en EE UU por piratería informática, crimen organizado y blanqueo de dinero en relación con las operaciones de Megaupload. Ese portal amparaba el intercambio irregular de contenidos protegidos por las leyes de propiedad intelectual, la mayoría creados en EE UU.