El papel del coleccionista en el arte es algo que quiere poner al descubierto la exposición que se inaugura esta tarde en la Lonja de Alicante, comisariada por Eduardo Lastres y producida por el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana. El arte del coleccionista reúne en la sala central de la Lonja de Alicante setenta obras de los años 50 hasta el año 2000, de cincuenta reconocidos aristas nacionales e internacionales, pertenecientes a una decena de coleccionistas de la provincia. Tesoros privados ocultos al público porque su lugar de exposición habitual es un salón, un pasillo o un dormitorio, que ahora se exhiben en esta sala municipal en una primera entrega en esta «experiencia piloto».

La idea de esta muestra, explica Lastres, parte de las anteriores que organizó sobre Emilio Varela y Pérez Pizarro, para las que recurrió a colecciones particulares. «Conocí entonces a muchos de estos coleccionistas privados, que no son sino personas anónimas que empiezan comprando un cuadro, luego otro y al cabo de un tiempo forman una colección. En esas casas vi que había de todo, un patrimonio artístico que nunca se ve y que sería interesante reunir», indica el comisario, que aclara que esta es solo una pequeña muestra de una parte de las colecciones privadas que puede haber en la provincia.

Aquí se presentan setenta obras prestadas de forma anónima por dos coleccionistas de Benidorm, dos de Elche y el resto, de Alicante. La exposición se ha agrupado por colecciones, la más numerosa alcanza las 25 obras, escogidas de un conjunto cercano a las doscientas, y la lista de artistas supera el medio centenar, ya que algunos cuentan con más de una obra.

Es el caso de Yturralde, Mompó o Jaume Plensa, último Premio Velázquez de Artes Plásticas, o dos obras de Xavier Soler del año 53 de su época parisina que nunca se han visto, o una pieza de Sempere desconocida, aunque la mayoría de obras no han sido mostradas salvo en galerías.

La panorámica es muy amplia y figuran obras desde la figuración a la abstracción de grandes nombres como Antoni Tàpies, Joan Miró, Antonio Saura, Luis Gordillo, Dario Urzay Millares, Lobo, Julio González, Soledad Sevilla, los grupos El Paso o Dau al Set; otros como Esteban Vicente, Darío Villalba, Gerardo Rueda, José Guerrero, Guinovart, o extranjeros como Kounellis, Julio Le Parc, Lindström o Matta.

Detrás de dichas obras se encuentran «médicos, abogados, gente de todo tipo para el que no existe un patrón, ni siquiera son ricos, sino que han ido haciendo sus colecciones poco a poco. La mayoría de ellos tiene entre 50 y 60 años y dos o tres superan los 70 años, que son quienes guardan obras más antiguas», apunta el comisario, quien añade que las pinturas que adquieren son «muy heterogéneas, no siguen un estilo determinado, ni una época».

En la mayoría de los casos, se trata de pequeños coleccionistas de la provincia de Alicante que primero empiezan comprando obras a los galeristas y «acaban interesándose por los artistas, por su vida, e intentan conocerles. En muchos casos conectan y establecen una relación directa con ellos y su afición por el arte se convierte en una pasión», añade el comisario de la muestra, que considera que en estos momentos «el coleccionismo hoy en día es el mecenazgo en el arte, ya que las instituciones hoy están en horas bajas».

El también artista añade que, a pesar de la crisis, ninguno de los coleccionistas ha disminuido su interés por adquirir obras de arte en los últimos años, especialmente de artistas actuales.

Lastres apunta que, por cuestiones de espacio, ha debido dejar mucha obra fuera, entre ellos un Picasso que llegó a deshora, pero confía en que esta sea la primera de otras exposiciones, «necesaria como estímulo para nuevos coleccionistas, para hacer del consumo del arte una actividad cercana» que redunda en beneficio del arte y de los artistas.

La muestra permanecerá abierta hasta el 18 de mayo y respecto a si tendrá itinerancia por la Comunidad Valenciana, como otras del Consorcio de Museos, el comisario dijo que no está previsto.