Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Paco Rabal, obrero internacional del cine

El investigador de la UA John Sanderson reconstruye la carrera del actor murciano en las vanguardias europeas silenciada por el régimen franquista

Paco Rabal, obrero internacional del cine INFORMACIÓN

El investigador cinematográfico John Sanderson cree que el retrato oficial de Paco Rabal no le hace justicia. El laureado Azarías de Los santos inocentes fue hasta su muerte en 2001 un actor miembro del PC que vivió parte de su carrera en su país a la sombra de intérpretes de filiación menos comprometida, y también uno de los actores españoles con más presencia en las vanguardias y en las grandes producciones cinematográficas internacionales de la segunda mitad del siglo XX aunque, como señala el experto en cine, el régimen se encargara de ignorar -y hacer ignorar- su trabajo a las órdenes de cineastas como Antonioni, Buñuel o Friedkin. Esta es parte de la tesis que sostiene el docente de la UA que presenta hoy en el Arniches Sed de más, un análisis de la trayectoria internacional del murciano a lo largo de 66 películas extranjeras.

Para elaborar esta «crónica no oficial de un gran actor», Sanderson se documenta en las cartas «casi diarias» que el intérprete escribe a su mujer, Asunción Balaguer, durante sus viajes a Italia y otros puntos de Europa y América en las décadas de los 50, 60 y 70, en las que se concentra su filmografía internacional. Una proyección para la que sirve de espoleta su trabajo con el filofranquista Sáenz de Heredia en Historias de la radio (1955): esta producción le permite ser conocido y concatenar trabajos con directores como Buñuel, en Nazarín (1959) y Viridiana (1961), Antonioni (El eclipse, 1962) o el argentino Leopoldo Torre Nilson o el mexicano Arturo Ripstein; cineastas que huyen de las convenciones cinematográficas en favor de mayor compromiso artístico e ideológico.

La correspondencia íntima del actor permite reconstruir también el carácter de Rabal, «un electricista en los estudios Chamartín que aprovecha los tiempos muertos para leer guiones y pedir que le dejen salir de extra hasta que consigue un papel», apunta el investigador. Autodidacta, ambicioso y «tremendamente inseguro», como según Sanderson transmite en las cartas que le escribe a su esposa, Sed de más redibuja a Rabal como un «obrero del cine» que ni en el otoño de su carrera se llegó a creer que mereciera la atención de directores de esa talla. Ni en 1990, con su carrera reorientada y de nuevo en alza, se acostumbra al éxito internacional. «Le decía a Asunción: "¡Alain Tanner, me ha llamado Alain Tanner para trabajar!"» cuando el director suizo le buscó para hacer El hombre que perdió su sombra.

Así, el libro se convierte también en una «lección de desarrollo actoral» con la que Sanderson busca añadir nuevas pinceladas que realcen la figura del actor murciano. Esta tarde, el autor y Asunción Balaguer presentan Sed de más en el Teatre Arniches de Alicante a las 19 horas.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats