La decadencia y la desolación son los ejes centrales de Memòries d'una puça, la penúltima propuesta escénica de la bailarina alcoyana Sol Picó, que le ha vuelto a colocar en la cima de la danza. Ayer se dieron a conocer las candidaturas a los premios Max de las Artes Escénicas y el nombre de este montaje se escribía negro sobre blanco en cinco de sus categorías.

Este espectáculo, estrenado el 9 de noviembre de 2012 y planteado como una road movie pero desde el lenguaje de la danza, opta a los Max como mejor espectáculo de danza; mejor coreografía, realizada por Sol Picó; mejor intérprete femenina, también la alcoyana, y mejor intérprete masculino de danza, por el que «pelearán» sus dos compañeros de reparto, Carlos Fernández y Valentí Rocamora.

Como mejor espectáculo de danza se enfrenta a candidaturas tan potentes como ¡Ay!, de Eva Yerbabuena; La real, de la Compañía Israel Galván, o Sorolla, del Ballet Nacional de España. También lo hará con Galván y Yerbabuena, entre otros, para la mejor coreografía y de nuevo con la bailarina andaluza, además de con Rocío Molina, Marlen Fuente o Marta Carrasco, para la mejor intérprete femenina de danza.

En cuanto a sus dos compañeros en esta aventura, Carlos Fernández y Valentí Rocamora, tendrán que imponerse uno a otro como mejor intérprete masculino, pero también a estrellas como Israel Galván o Antonio Canales.

El montaje de la bailarina aborda una particular visión del momento de confusión que atraviesa el mundo. En él se refleja la pérdida como una oportunidad y la actualidad como un huracán devastador que no permite avanzar, como un éxodo imposible. Por eso los tres personajes del espectáculo se convierten en tres nómadas, «patéticos de cerca e insignificantes de lejos, que proponen un viaje trashumántico, con un final que les sitúa a la deriva, como un mensaje en una botella, un deseo, una petición desesperada de ayuda».

La fantasía y el absurdo son los ejes de esta pieza coreográfica que firma y dirige Sol Picó, convertido en un ejercicio sincero, austero, minimalista y convulso.

Por otro lado, el actor también alcoyano Pau Durá ha sido nominado al Max a la mejor dirección de escena por Un aire de familia. Competirá en esta categoría con Lluís Pasqual, José María Pou, Helena Pimenta, Tristán Ulloa, Paco Azorín o Sergio Peris-Mencheta, entre otros.