Para qué llamar caminos a los surcos del azar. Estos versos de Antonio Machado se quedaron grabados en su mente como la definición más exacta de la situación que vivieron los exiliados tras la Guerra Civil. Por eso, el título del último trabajo de Paco Roca (Valencia, 1969) es Los surcos del azar (Astiberri) y, por el mismo motivo, decidió que las primeras viñetas de su historia debían poner imagen a la marcha del Stanbrook, el último barco que partió con republicanos desde el puerto de Alicante hacia el exilio en marzo de 1939.
Y así comienza esta novela gráfica, que el dibujante presenta hoy en Valencia, y que sigue las pistas de La Nueve, la compañía a las órdenes del capitán Dronne integrada mayoritariamente por republicanos españoles y que contribuyó a la liberación de París de los nazis. El origen de todo fue la presentación de una obra de Evelyn Mesquida sobre La Nueve en el Instituto Cervantes de París. «Sabía que en la liberación de París había habido tanques con nombres de ciudades españolas y en esa presentación conocí a dos de las personas que estuvieron allí en el desfile y me pareció increíble», afirma el dibujante, Premio Nacional de Cómic 2008 por Arrugas.
A partir de ahí quiso saber más, «porque a través de ellos podía contar una buena parte de esos surcos azarosos del exilio; habían pasado de salir como perdedores de su país, habían llegado al norte de África donde fueron tratados de forma humillante por el gobierno colonial y tratados casi como esclavos, para enrolarse después de nuevo en el ejército de la Francia libre y acabar liberando París».
La historia parte del personaje de Miguel Ruiz, basado en uno de los soldados republicanos que consiguió escapar en el Stanbrook y la entrevista que concede por primera vez ya en la vejez. «Me interesaba lo del Stanbrook por el hecho de que el puerto de Alicante fue el último reducto de la República y pensar en toda esa gente allí apiñada me parece un final dantesco, esperando una ayuda que nunca llegó, a excepción de ese barco carbonero británico y que es algo muy parecio a lo que hizo Schindler porque salvó un montón de vidas».
Para documentarse tuvo que realizar un paseo por la historia, en hemerotecas, «en el monográfico que publicó INFORMACIÓN sobre este tema», y a través de testimonios en libros y artículos. Pero lo que no había eran muchas imágenes. «La verdad es que tuve que recrear todo aquello porque no conseguí muchas fotografías, así que tomé yo imágenes del puerto, aunque tuve que aportar mucho yo».
Las imágenes del pasado las ha realizado con colores intensos para imprimir más dramatismo, mientras el presente se dibuja con trazos finos y en blanco y negro. «Se trata de que el lector tenga claro en cada momento donde está», asegura Roca, que contó además con la colaboración del historiador Robert S. Coale, que realiza desde hace años una investigación sobre La Nueve. «Durante el franquismo no se podía hablar de esa historia y después hemos magnificado su misión, por eso me ayudó Coale para distinguir lo que es cierto y lo que no».
«Para ellos, la II Guerra Mundial seguía siendo parte de la Guerra Civil; al escribir la historia hacemos una distinción de las dos pero ellos luchan contra Hitler como una venganza y con el objetivo de acabar entrando en España para acabar con Franco, pero no fue así y esa gente que había sido vencedora en la II Guerra Mundial no tenía un hogar donde regresar y eso me parece lo más dramático de todo», afirma Paco Roca que cree que el mundo del cómic, «sobre todo de la novela gráfica», está «muy comprometido con la sociedad»
