­­¿Podría aclarar cuáles son las directrices que marcan las acciones que desarrolla la Fundación Sabadell

Como misión, la fundación en este momento define tres ámbitos fundamentales. Uno es la cultura en un sentido muy amplio, entendida como relación entre las personas, es decir tanto la cultura científica como técnica y artística; luego el talento, más tendiendo a los jóvenes, en forma de beca y premios. Y en tercer lugar, determinado por la situación actual, una parte social que es inevitable, asistencial, con Cruz Roja y otras instituciones que vienen a pedir ayuda. En este momento también respondemos a estas solicitudes.

¿Son los mismos criterios que se están aplicando en Alicante?

Sí, son los mismos. Había dos fundaciones, la que venía de Banco Herrero y la del Sabadell, y en este momento se está en un proceso de fusión de las dos, porque lo que se quiere es actuar en toda España de la misma manera y con los mismos criterios, por tanto también en Alicante, en Valencia y en Baleares. La calidad de la actividad, la institución que está detrás, su seriedad y rigor, y luego el número de beneficiarios. A partir de esos criterios nosotros determinamos si una actividad la patrocinamos o no.

Han aterrizado hace un año en un territorio que antes no estaba dentro de su ámbito. ¿Están estudiando cuáles son las nuevas necesidades?

Estudiando pero ya actuando. Ya no es solo un estudio. Yo conocía Alicante porque fui patrón del Museo de la Universidad de Alicante cuando se constituyó y estuve un año y medio viniendo regularmente... Ahora estamos actuando, hay actividades suficientes como para demostrar que hemos empezado ya a estar aquí, no solo viendo la expectativas sino que estamos trabajando.

La CAM antes estaba metida en muchos ámbitos: solidaridad, medio ambiente, cultura, servicios sociales... El Sabadell es un banco, pero ¿no se siente un poco heredero de los proyectos de la CAM?

Aquí hay que matizar porque nosotros de la CAM, de su Obra Social, nunca nos hemos sentido herederos, asumimos los compromisos adquiridos de la parte financiera de CAM, pero no de la Obra Social. Nosotros de la Obra Social no asumimos nada, es decir no tenemos nada que ver. Nosotros como banco donde estamos desarrollamos una política de mecenazgo y patrocinio, al margen de lo que hubiera porque nuestra política es esa. Además, la Obra Social Caja Mediterráneo existe todavía. Y los presupuestos no tienen nada que ver. Las cajas tenían obligación de tener obra social, era su razón de ser. Los bancos no tienen esta obligación, se deben a sus accionistas y a sus clientes.

¿Pero no cree que tiene cierto compromiso con la sociedad alicantina que es su clientela fundamental?

Es evidente que los bancos ahora, igual que cualquier otra institución, en el mundo en que vivimos y por cuestiones de imagen, de compromiso social, de responsabilidad, también son conscientes de que una parte de su dinero ha de revertir a la sociedad. En este sentido, el Sabadell tiene esta cultura, pero en absoluto se siente responsable de aquello que hicieron otros porque además hicieron cosas que estuvieron muy bien, muy bien, pero también cosas que estuvieron muy mal. Ahora, con la sociedad alicantina el banco tiene un compromiso como el que tiene con toda la sociedad española o con aquellos territorios donde tiene una actividad financiera. E intentaremos en la medida de lo posible, desde nuestros presupuestos, atender estas necesidades.

La diferencia con otros casos es que el Banco Sabadell ha llegado a Alicante y se ha encontrado con una clientela fija, ya asentada, que se ha mantenido fiel y que antes recibía algo a cambio y ahora no...

Nos lo hemos ganado...

Pero la gente se podía haber ido,no es como llegar a una ciudad y montar el banco desde cero y buscar clientela.

La gente que se ha mantenido fiel debe ser porque cree que el banco le da un servicio financiero que es el correcto y el adecuado. Además, probablemente una parte importante de este público también exige que el banco sea respetable, respetado y además que tenga una política social correcta, aunque seguramente no todos. Hemos hecho todo para que aquellos clientes que eran de la CAM sintieran el banco como propio y que daba unas garantías que ya no les daba la CAM, por lo que se ha hecho un esfuerzo por recuperar una clientela que había sido muy castigada en los últimos años. El banco ha recuperado confianza porque debe ser que financieramente da respuesta a las necesidades de estos clientes. En la medida de lo posible, y en tanto en cuanto hay también esta exigencia de patrocinio y mecenazgo, el banco intentará responder, pero teniendo en cuenta, insisto, que el banco no tiene ninguna obligación. Este país va a tener un problema. Evidentemente ha vivido de las obras sociales en muchos niveles y nos vamos a tener que acostumbrar a vivir sin ellas y por tanto eso va a ser duro desde el punto de vista presupuestario. Pero también eso nos obligará a todos a repensar las cosas y hacerlas de otra manera.

Pero aquí hay una cuestión de imagen, al margen de la lógica empresarial. Esta claro que el banco no puede asumir una obra social tan basta como la que tenía la CAM, pero quizá debería haber un esfuerzo añadido, en concreto en Alicante. ¿No se sienten un poco presionados por el ambiente, por los ayuntamientos y entidades culturales y sociales?

Presionados no. Yo he venido a Alicante 15 veces en los últimos meses y esto ya indica una atención especial. Pero también la he tenido en Oviedo, en el País Vasco, es decir, a medida que hemos adquirido entidades y hemos ampliado nuestro territorio hemos intentado responder como fundación a sus necesidades. Y no nos ha ido mal. En Asturias creo que el público está en general satisfecho con la actitud que hemos tenido desde el punto de vista cultural y social. En Euskadi también. Y aquí espero ganarme la confianza del público alicantino y que vea que dentro de las posibilidades de la fundación tenemos la sensibilidad para aquellas cosas que realmente son importantes y que de alguna manera merecen ser apoyadas.

¿Y cuál es el presupuesto que va a destinarse Alicante?

Vamos a tener un presupuesto global y este presupuesto se ha recalculado y aumentado en función del territorio que supone la adquisición de CAM. La fusión se produjo en septiembre-octubre y en este momento se está estudiando. El banco entre patrocinios y fundaciones en este momento ronda los seis millones de euros. La fundación está entre los dos y los tres millones, con la ventaja de que la fundación no tiene personal y el presupuesto es neto, todo es para actividades.

¿Ese presupuesto está bien para una fundación con el territorio que abarca ahora el Banco Sabadell?

Es lo que hay. Comparando con los bancos que podíamos decir medianos sí, lo que pasa es que el Popular o el Santander están en otro nivel. Estamos en los medianos altos, el cuarto grupo bancario. El porcentaje de inversión en la fundación ronda el 1 por ciento del beneficio bancario.

¿Esa es la media en los bancos?

Es que ahora no hay media. ¿Con quién nos comparamos? Santander y BBVA son otra cosa. Si ves los beneficios de esas entidades y del Sabadell, la proporción es la misma prácticamente. Pero no podemos competir con ellos desde el punto de vista de presupuesto. Es absurdo y tampoco hay necesidad de competir. La cuestión es que la gente perciba que en la cultura del Banco Sabadell está, no como responsabilidad social pero sí como compromiso con nuestros clientes, el retorno de una parte del beneficio en forma de solidaridad o patrocinio o mecenazgo. Eso se ha hecho siempre y se seguirá haciendo en la medida de nuestras posibilidades. Y yo creo que la gente percibe al banco no solo como un banco serio y riguroso en lo financiero, sino también como un banco elegante, culto y sensible. Ahora no se puede pedir más de lo que podemos hacer.

¿Cree que los bancos han entendido que a lo mejor deben asumir el papel social y cultural que tenían las cajas de ahorro allí donde las han absorbido?

Es que no podemos dejar de hacerlo. ¿Sabes cuántas peticiones me llegan mensualmente? La presión es enorme en este momento y has de intentar de atender al máximo. El nivel de solicitudes se ha multiplicado por cien. Y más allá de lo que es estrictamente el patrocinio o el mecenazgo, Banco Sabadell ha actuado también socialmente en cuanto que por ejemplo no ha habido ningún desahucio y se ha dotado de un numero de viviendas para resolver casos extremos. Es decir, que el banco tiene esa sensibilidad y actúa según esa sensibilidad, incluso desde el punto de vista financiero. Y es lógico que se hayan multiplicado las peticiones, no solo porque el territorio se ha ampliado sino por el momento de crisis.

¿Y de Alicante le han llegado muchas peticiones?

En Alicante están llegando muchas, cada vez más, en la medida en que también vamos siendo conocidos. Recibimos desde peticiones casi individuales a institucionales, lo que pasa es que no acostumbramos a patrocinar ningún acto que sea personal sino que siempre ha de venir respaldado por una institución.

Con la crisis la imagen de los bancos se ha visto muy devaluada. ¿Responder a esas solicitudes es la única forma de volver a recuperarla?

Evidentemente la imagen es mala pero la única manera de mejorarla es haciendo una política responsable desde el punto de vista financiero. El banco es una empresa, si tú haces una gestión responsable, transparente, honrada y eficaz tendrás ganado el favor del público. Si no pasa esto y haces una campaña tampoco vas a mejorar. Pero es evidente que dentro del negocio hay una parte que el banco asume que va más allá de lo estrictamente económico. Hay una parte de la relación con nuestros accionistas y clientes que va más allá de lo financiero y económico que es también social y cultural. Por eso tenemos que intentar que nos vean en esta parte como una entidad responsable y rigurosa que gasta lo que puede.

¿Cree que la gente ha entendido ese mensaje? Porque antes iba el barraquer a la sucursal de la CAM y pedía dinero para la fiesta y se lo daban. Y eso entraba por los ojos...

Bueno, esto se ha hecho y hemos estado en muchos sitios que ellos estaban. Pero esa no es mi responsabilidad; no todo lo que haga Sabadell aquí se controla desde la fundación, eso es un presupuesto comercial, es un patrocinio también del propio banco que tiene un retorno comercial o de marketing. La Fundación Sabadell es otra cosa. Y eso en el banco lo tenemos bastante diferenciado.

"LA PUERTA CON EL MARQ NO ESTÁ CERRADA"

¿Podría explicar qué ha pasado con el MARQ, con el que la Fundación Sabadell no va a colaborar de momento

Es algo que yo entiendo como un malentendido. Con la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, ya hemos hablado de ello. Fui a ver el museo, hablé poco con el director porque tenía una urgencia, tenía que salir y quedamos en que hablaríamos. Me mandó un correo proponiéndome colaborar con la exposición El reino de la sal, copatrocinando con CajaMurcia, y tenía que responder ya, pero no podía tomar esa decisión sin reunir al patronato. Les dije que hablaran con el MARQ y que esta vez no, pero que como habíamos dicho habría otros proyectos.

¿Cómo cuáles?

Pues después hablé con la presidenta porque a mí me interesan más otros proyectos, como las muestras más pequeñas que se hacen con ayuntamientos y museos arqueológicos y que implican a más instituciones y a una mayor audiencia. Por eso la puerta, por supuesto, no está cerrada para el futuro. Es un museo espectacular, importante y en la medida que yo pueda colaboraremos.

¿Tienen algún problema si hay otro banco patrocinando una actividad?

No, nunca lo hemos tenido. Tenemos una larga tradición de colaboración. En Sabadell, Banco Sabadell y Caja Sabadell trabajábamos conjuntamente en muchas iniciativas. Si es copatrocinio, al mismo nivel, no hay ningún problema. Es más, aquí incito a la colaboración entre distintas instituciones. En este momento es muy difícil que una institución sola pueda patrocinar nada.

Entonces son partidarios de colaboraciones puntuales y no de convenios.

En principio nuestra idea es siempre por actividad y programa, no tanto a través de convenios de larga duración.

­­­Tiene que entender que a los alicantinos les sorprenda que no colabore con este museo que es un referente internacional.

Con el MARQ empiezo a tener relación cuando vine a la visita y fue muy breve. Lo lógico es que volvamos a hablar. Este año se ha dotado a la fundación con un extra presupuestario porque hay unas necesidades propias de Alicante y el año que viene está previsto aumentarlo. Entonces podré planificar cuál va a ser mi intervención en Alicante y priorizar si realmente el MARQ es la institución más importante y entonces estaremos igual que estamos en el Teatro Principal.

­­­Precisamente se extendió el rumor de que el Sabadell se retiraba del Principal.

Pues no, creo que está muy claro que no. El futuro no lo puedo adivinar, pero en la reunión del patronato se aprobaron los presupuestos y nos hemos comprometido con el aumento de dotación. Nunca habíamos pensado que tuviéramos un teatro, aunque si hubiéramos tenido que tomar la decisión nosotros de ser copropietarios de un teatro... no sé, pero probablemente no lo hubiéramos hecho. Nosotros lo hemos asumido porque es una responsabilidad que tenemos y la mantendremos y a lo mejor dentro de un tiempo veremos si lo que estamos haciendo tiene sentido o hay que hacer otra cosa.