¿Lo de hacer de idiota y gafe se lo toma como algo personal?

¿Empieza insultándome? [ríe] Soy un enamorado de los papeles de perdedores, porque son los más agradecidos. Lo que me mosquea es que no me cuesta hacer de idiota.

¿Entonces es verdad esa máxima de que dar el tono de un tonto que hace reír es más difícil que interpretar un dramón?

Tal como es el ser humano, y sobre todo en estos tiempos, es bastante más fácil estar cabreado y llorando que estar riendo.

¿Cuesta cada vez más reírse con lo que está pasando hoy en día con la economía?

La obra funciona porque creo que nosotros y la gente tenemos muchas ganas de reírnos y ser felices. Si al final todos nos vamos a morir, mejor con buena cara.

¿La cena de los idiotas no podría ser un buen título para esas reuniones nocturnas de Merkel, Rajoy y demás de la Unión Europea?

Se me ocurre un insulto mejor, pero no lo digo, no vaya a ser que me echen del país.

Josema Yuste está también en Madrid con la misma obra. ¿Es esto ya teatro franquicia?

Él es el productor de la obra y me ofreció hacerla en catalán en Barcelona. A partir de ahí ha surgido una pequeña gira nuestra.

¿No se cansa de su compañero, Edu Soto, porque ya llevan media vida juntos?

Diez añitos ya. No me canso, no. Hay gente que hace comedia y no se habla con quien trabaja. A mí me parece increíble hacer reír con alguien que te cae mal y te llevas a muerte. Ha de haber química entre los personajes.

¿Se puede vivir de la interpretación sin hacer televisión?

Sí. Yo hago teatro desde que tenía 17 años, primero de forma aficionada, hasta que entré en la compañía La Cubana. Hay mucha gente que se gana bien la vida con el teatro, pero es verdad que para que la gente venga al teatro a ver una obra haber salido en la tele es un reclamo importante.

¿En julio no se está mejor en la playa que en el escenario?

Sí, pero como tengo un bebé de dos años que siempre se levanta muy temprano, estar aquí y no tener que madrugar es la leche.

¿Tiene miedo al paro?

Evidentemente. Pero los actores tenemos la ventaja de que nunca hemos tenido ningún derecho. Si un programa o una obra no funcionan te echan y punto. Así que estamos acostumbrados a estar en la cuerda floja. Yo, de hecho, no sé qué haré en septiembre u octubre.

¿El teatro ha de significar algo más que unas risas?

Tiene que haber de todo. Está muy bien hacer obras con mensaje, pero no soy de los actores de comedia que está deseando hacer drama para demostrar algo. Estaría encantado de hacer comedia toda mi vida. Soy muy feliz al ver reír a la gente y encima estoy trabajando, cuando el 80 % de actores de este país está en el paro.

¿Se arrepiente de Chikilicuatre? ¿Ha perdonado a su amigo Buenafuente?

No hay nada que perdonar. Si haces televisión, aunque hayas hecho teatro más años, la gente te va a conocer por lo de la tele. Has de asumir que un actor solo de teatro se hace un nombre y un actor de tele se hace un apodo. Y no pasa nada.

¿Cree que algún día se quitará el apodo?

Creo que un gag más grande que ir a Eurovisión no haré nunca, como no sea presentarme a presidente del Gobierno, así que será complicado.