La Diputación de Alicante ha decidido suprimir el Festival de Verano de Lucentum, del que sólo sobrevive el Festival Internacional de Jazz (Fijazz), pero el tijeretazo motivado por la crisis se ha llevado consigo los ciclos de danza, teatro clásico y voces que se celebraban también durante los meses estivales en el recinto arqueológico del Tossal de Manises en los últimos años.

El diputado provincial de Cultura, Juan Bautista Roselló, ha confirmado que la Diputación sólo podrá hacer frente al Festival de Jazz, que este año cumple su decimoquinta edición, y aún estudia la posibilidad de mantener el ciclo de zarzuela, pero el resto de actuaciones y conciertos con las que se amenizaban las noches de verano han sido finalmente desechados ante la imposibilidad de sufragarlos.

La práctica fulminación del Festival de Verano era la crónica de una muerte anunciada desde que se produjo el relevo en la corporación provincial el pasado verano y, simultáneamente, la intervención de la CAM por el Banco de España, ya que la caja de ahorros financiaba a partes iguales este festival.

Roselló ya anunció a finales del pasado mes de agosto la necesidad de replantearse esta actividad, que, según sus datos, suponía un desembolso de 400.000 euros -200.000 la CAM y 200.000 la Diputación- además de 360.000 euros solo del montaje del escenario en el recinto del yacimiento arqueológico.

Este año, en Lucentum no se desarrollará ningún espectáculo, ya que el Festival Internacional de Jazz se desplazará al escenario del Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA), con el fin de amortizar al mismo tiempo estas nuevas instalaciones. Para la programación de este evento, la Diputación destinará 100.000 euros y el Ayuntamiento de Alicante colaborará con una aportación cercana al 20 por ciento del presupuesto, según señaló también el concejal de Cultura Miguel Valor, para la difusión de la actividad.

Juan Bautista Roselló lamentó la desaparición de los ciclos complementarios al jazz pero justificó su supresión por la actual situación económica y la necesidad de ahorro en las arcas provinciales, además de que algunos de los ciclos, como el de voces -que el pasado año trajo al Tossal de Manises a Raphael, El Arrebato y El Consorcio- suponían un coste demasiado elevado -cerca de 100.000 euros por tres conciertos- para la corporación que Roselló cuestionaba que pudiera permitirse la Diputación.

"El coste del montaje en Lucentum era excesivo y teniendo un auditorio como el que tenemos era verdaderamente un gasto innecesario", apunta el diputado de Cultura, tras recordar que en el camino ha perdido al aliado económico de la CAM, "por lo que ahora toca sumar recursos y aunar esfuerzos para poder seguir haciendo cosas y mejorar su organización".

El Festival de Jazz, por el que han pasado figuras como Manhattan Transfer, Michel Camilo, Tomatito, Chucho Valdés, Roger Hodgson, Maceo Parker o Al Jarreau, se celebrará a finales de julio y la programación está ultimándose en estos momentos.

En principio, el número de conciertos será similar al de ediciones anteriores y puede que incluso haya alguna más, según apuntó Roselló, que añadió que la Diputación no se planteó suprimir esta cita anual con el jazz puesto que es "un evento ya consolidado en Alicante, de referencia para los amantes de esta música y muy querido por el público".

Asimismo, apuntó que con el traslado al ADDA se ganará capacidad al pasar de un aforo para 800 personas a otro diseñado para 1.200 localidades.

No obstante, esta no sería la primera vez que cambia de ubicación el Festival de Jazz, que comenzó a celebrarse en 1998 en el escenario instalado en el Puerto, dejando para la Plaza de Toros las actuaciones de mayor envergadura. En 2006 se trasladó al recinto de Lucentum ante las críticas por el ruido del tráfico cercano que se escuchaba durante las actuaciones. Al año siguiente se probó en el castillo de Santa Bárbara, tras la supresión de las Noches del Castillo, pero en 2008 el festival regresó a Lucentum, donde se ha venido celebrando hasta ahora, junto al resto de ciclos.

El Ayuntamiento de Alicante, por su parte, decidió eliminar hace dos años el Festival de Músicas del Mundo, que también se celebraba en verano aprovechando el recinto de Lucentum.