¿La revolución digital es un cambio tecnológico o llega al cambio de paradigma? ¿Es entusiasta?

Es fácil ser entusiasta. Con lo que ha sucedido en los últimos treinta años es difícil no serlo; piense en el tremendo valor añadido que han traído las nuevas tecnologías, en estos teléfonos que me permiten estar en contacto, en tiempo real, con mis ingenieros en Nueva York y San Francisco. Todo ese valor añadido es la mejor razón para ser optimistas

¿Cree que esos cambios pueden modificarnos como sociedad o, incluso, como especie?

No son cambios tan dramáticos. Si echa un vistazo a los últimos 150 años, hemos visto dinámicas similares antes. Hubo una primera Revolución Industrial, una segunda y ahora no estamos más que ante la tercera revolución industrial, otro avance tremendo de la técnica que tiene impactos muy importantes en formas de producir y organizar nuestras actividades sociales. Pero yo no sería tan apocalíptico.

No lo decía, necesariamente, en un sentido negativo.

Ni positivo tampoco. Son cambios técnicos incrementales, similares a lo que sintieron los coetáneos de la máquina de vapor, el aeroplano o el motor de combustión.

El último cambio, el de la implantación de la tecnología, la teoría ciborg, ¿ya ha llegado con los móviles o con proyectos como el de las gafas de Google?

Se han hecho avances en biogenética, y en prótesis. Creo que la tecnología está preparada para atender instrumentos de visualización y control de la información pequeños y manejables como esas gafas o los teléfonos móviles. Pero queda algo de tiempo hasta verlos convertidos en productos de masa crítica. No digo veinte años, pero en cinco años no veremos una ruptura crítica en este tipo de instrumentos. Y esas gafas son sólo un prototipo muy prototipo.

¿Qué pasa con la web semántica que iba a revolucionar los contenidos, por qué no da frutos?

Las búsquedas en Internet es un asunto muy complicado, y Google no tardó unos años en aparecer por casualidad ni es tan difícil competir con él. Técnicamente es muy complejo, no sólo por la naturaleza misma de las búsquedas, sino por ser un entorno en permanente cambio, con una web que crece exponencialmente, con microblogs, con twitters, con aplicaciones cerradas en Facebook... Si ya es difícil seguir haciendo lo que siempre has hecho, imagínese incrementar todo ese valor añadido. La web semántica suena muy bien, pero quiere decir que los datos estén estructurados para que entiendas el objeto además del término. Que cuando digas "Río Grande" se entienda si es el accidente geográfico, o el restaurante.

Sí, cada vez hacen más cosas, como esas fotos de los álbumes que se enlazan cuando reconoce que es la misma vista.

Sí, todo eso lo hacen las máquinas. Y más cosas que vamos a presentar. Son algoritmos complejos. Ahora también vamos a calcular relieves de forma algorítmica. Las máquinas pueden hacer mucho más de las tareas que les damos.

¿Cómo hacer que hagan más? ¿Cuál es la línea de innovación digital?

Lo importante es que las máquinas pueden hacer mucho más de lo que pensamos, pero lo fundamental es entender muy bien qué es capaz de hacer la tecnología para crear modelos de negocio nuevos e innovadores. Si uno echa un vistazo hacia atrás, Google, Facebook, Youtube... todos esos éxitos y ese conocimiento profundo se dan en la frontera de la tecnología y lo científico.