Con este son cinco ya los libros que ha escrito sobre Chile. Pero ha sido con su nueva publicación, en la que recorre el último año de vida de Pablo Neruda, con la que ha levantado más expectación. El 31 de mayo lo presenta en La Nau de Valencia y el 8 de junio en La Farándula de Novelda.

¿Por qué ha levantado tanta polvareda su libro?

Pues no sé. Estoy un poco asombrado porque me hicieron una entrevista en radio Chile y ha tenido mucha repercusión. He hecho durante un año un trabajo riguroso y contrastado y no quiero que quede como algo amarillo, ya que yo no digo que Neruda fue asesinado sino que lo que hago es plantear esa pregunta.

¿En base a qué?

La revista mexicana Proceso publicó una entrevista al chófer de Neruda, Manuel Araya, en la que denunció que fue asesinado con una inyección en la clínica donde estaba ingresado. Consulté archivos y encontré entrevistas a la viuda de Neruda en el 74 donde de manera indirecta niega que muriese de cáncer. Por otra parte, también leí una entrevista que le hicieron en 2005 a la enfermera que le inyectaba. Declaró que un año y medio después de la muerte del poeta había visto a Matilde y que le había confesado que sospechaba que podía haber sido asesinado. Además, el principal periódico chileno, El Mercurio, una día después de su muerte, el 24 de septiembre de 1973, habla de los efectos fatales que tuvo para Neruda una inyección que le produjo un shock.

¿No es extraño que ningún investigador haya planteado nunca este extremo?

Pues es curioso, pero faltaba un poco tirar del hilo, que alguien se pusiera a contrastar esos datos.

La documentación ha tenido que ser amplia.

Pues consulté en los fondos del Archivo Pablo Neruda, el personal de Matilde Urrutia, entrevistas y centenares de recortes de la época, todo eso además de consultar más de cien libros. Lo que hago es abordar con rigor el último año de vida de Neruda.

¿Y quién puede contestar a esa pregunta?

Pues la respuesta le corresponde darla al juez chileno Mario Carroza que lleva la investigación judicial y que en las próximas semanas se pronunciará sobre la petición de exhumación presentada en diciembre de 2011 por el Partido Comunista de Chile. Aunque el juez se está preguntado si la exhumación podría servir para tener pruebas.

¿El testimonio del chófer no es válido?

Su relato se tambalea. Pero hay una cosa interesante y es que creo que Neruda fue otra víctima de la dictadura militar de Pinochet. No sé si es asesinado por agentes de la dictadura, pero desde luego , no me cabe duda que Pablo murió por el golpe de Estado, porque fue algo que le derrumba física y moralmente.

Al menos la justicia investiga.

En Chile el poder judicial que toleró o miró a otro lado durante la dictadura está fuera. Se han producido muchos avances en el tema de la memoria histórica y el poder judicial ha apostado por esta vía.