Gerardo Herrero cree en el proyecto cinematográfico de la Generalitat. O, al menos, le merece el mismo respeto que los programas para fomentar el cine que existen en otros países de nuestro entorno. Por ello, una semana después de que la UE declarara que Ciudad de la Luz es un indeseable en el negocio porque funciona exclusivamente con dinero público, el principal cliente de los estudios critica las estrategias de Francia, Alemania, Reino Unido o Italia para captar rodajes y exige a la UE equidad en sus resoluciones. Pero no se queda ahí. El ganador de varios Goya y un Oscar por El secreto de sus ojos anima al Consell a practicar un fuego cruzado de denuncias en la UE: "La Generalitat debería defenderse atacando todas las ayudas públicas que conceden los países que están denunciando Ciudad de la Luz ante el señor Almunia", sostuvo.

de todas las inyecciones que metió el Consell en los solares de Agua Amarga para construir los platós. Ahora, la Comisión Europea ha decidido que Ciudad de la Luz debe devolver a la Generalitat Valenciana, su propietaria, todo ese dinero porque son ayudas públicas ilegales que revientan el mercado europeo de los estudios de cine. Este es el contexto en el que Herrero señala al ojo ajeno antes de aceptar los dictados de la UE sin rechistar.

El "escándalo" francés

El estilo del Estado francés para seducir a los productores rebasa la simple subvención, en opinión del cineasta. En Europa, el apoyo de un gobierno al cine suele darse bien premiando el gasto en hoteles, restaurantes, transportes y empresas locales devolviendo un porcentaje de lo invertido o bien concediendo una cantidad directamente a través de una institución cultural. Ciudad de la Luz, a través del Instituto Valenciano del Audiovisual y la Cinematografía (IVAC) hace una devolución estándar de entre el18 y el 20% del gasto local.

"En Francia devuelven el 20% del gasto; pero además dan un 10% más por rodar en Francia y otro 10% más por unas entidades de desgravación llamadas Soficas. Tienes ya un 40% más las ayudas directas, sin contar que una televisión como Canal+ paga hasta siete veces más que el Canal+ español por la compra de una película" resume Herrero. Un apoyo generoso que, para el cineasta, torna en "totalmente ilegal" cuando se le suma "que te quitan el 10% si ruedas algo fuera de Francia" y que se convierte en "un escándalo" cuando existe "una empresa pública llamada Unifrance que paga las copias de las películas francesas a los distribuidores españoles con dinero del Estado". "Es una competencia desleal permanente", denuncia.

Tampoco se libran de esta acusación "el 20% que devuelve Reino Unido" por hacer el pago de nóminas y servicios en cuentas inglesas; o los"más de 200 millones de euros que tiene el Estado alemán" para ayudas a producciones que hacen que "Berlín esté llena de películas americanas".

Además, el productor asegura que los estudios Cinecittà de Roma "fueron pagados con dinero público" y sugiere que también ha habido transferencias de fondos estatales en "los estudios Pinewood ingleses o los Babelsberg alemanes", principales sospechosos de haber denunciado a Ciudad de la Luz ante la UE con demandas anónimas. "Ambos han recibido mucho más dinero público que Ciudad de la Luz, sólo que de forma distinta", afirma el productor de Tornasol.

"¿Que un productor francés o alemán reciban el 50% del presupuesto en ayudas no es competencia desleal? Yo sólo quiero tener los mismos derechos que ellos, no ser un ciudadano de segunda", añadió Gerardo Herrero.

"Haya una gran contradicción"

El socio de Herrero, Javier López Blanco, va más allá y cuestiona la lógica del informe de la Dirección General de Competencia de la Comisión, que dice que se interfirió en el negocio con unos estudios insostenibles para un propietario privado . "Hay una gran contradicción en el dictamen. ¿Dice que rompe la competencia porque es un éxito pero luego dice por sus resultados que es un fracaso?", se pregunta.

La misma pregunta que lleva una semana torturando a todo el que tiene relación con los platós fue enunciada en voz alta por ambos. "No entiendo al resolución. ¿Qué le piden, que la Generalitat se devuelva el dinero a sí misma? Es que es ridículo", afirma el cineasta madrileño, mientras que su socio plantea "qué ocurriría si se amplía el capital de la entidad con 265 millones más". Para los dos, "vender" para recuperar esa cantidad "sí que rompería la competencia", ya que se malvendería "y se podría revender después". Herrero no tiene dudas de que "si alguien cree que alguien va apagar 265 millones por estos estudios" es porque "ha bebido".

En el aspecto de la venta forzosa, a la que parece estar condenada la infraestructura López Blanco propone otra paradoja con los argumentos de Bruselas. Aunque admite que "un inversor privado no hubiese invertido" en los platós, cuestiona el razonamiento de Competencia. "Dice que ningún privado hubiera construido Ciudad de la Luz, pero a la vez que la única solución es que se la quede un privado", reflexiona. Confió, por ello, en que la CE "no olvide su sentido práctico".

Para reflotar los platós, fórmula Tornasol

Tornasol y su filial Castafiore han hecho 22 películas en los platós desde 2008 a través de un contrato que ha sido criticado por las productoras valencianas. Herrero se defiende de esto también. "No nos han regalado nada. Nos devuelven el 12% del gasto local, hasta un máximo de 4 millones que nunca hemos alcanzado. Además, se lo ofrecieron a muchos más productores y ninguno quiso comprometerse". Esta es la fórmula que reflotaría, a su juicio, Ciudad de la Luz. Hacer cine europeo, "películas de entre 3 y 10 millones de euros", a través "tres o cuatro contratos como el nuestro", provocaría "un resultado de 20 películas al año". "Con 10 millones al año en incentivos, al menos 50 se quedarían en Alicante".