El rejoneador benidormí Andy Cartagena se fracturó ayer el brazo en una aparatosa caída en la plaza de toros de Valencia. En concreto, el jinete sufrió una "fractura impactada de la cabeza del radio derecho" que le obligó abandonar el ruedo sin poder matar al segundo toro. Ocurrió en el festejo de rejones celebrado en la Feria de Fallas, cuando su caballo Laurel perdió pie de los cuartos traseros, quedando montura y jinete a merced del toro y lesionándose el de Benidorm el brazo derecho en la caída.

Pese a ello, el rejoneador de Benidorm continuó en el ruedo y, tras una vibrante lidia, logró cortar la oreja. "Mató el primero, pero con el segundo toro el brazo se le había quedado frío y le dolía", apuntó ayer a este diario la madre del rejoneador.

Cartagena pasó a la enfermería, donde los médicos le desaconsejaron continuar y salir a matar el segundo toro, siendo trasladado a la clínica La Salud de Valencia para ser atendido de lo que entonces parecía una posible fisura en el radio de su brazo derecho.

Tras la primera evaluación en Valencia, Cartagena se trasladó a Barcelona, donde, según el hermano del matador, fue examinado por el doctor Ramón Cugat, quien supervisa además la evolución de la lesión de rodilla que le ha mantenido lejos de grandes plazas durante ocho meses. Su regreso ha quedado oscurecido por esta lesión que, de momento, le obligará a tener el brazo inmovilizado 15 días, según el portal aplausos.es

Por esta razón, los familiares consultados por este diario admitieron que "estaba enrabietado" cuando ha tenido que abandonar el coso hacia la clínica.

Por otra parte, en la misma jornada matinal de rejones de la Feria de Valencia, un arrollador Diego Ventura cortó tres orejas. Ventura destacó en banderillas ante el segundo montando a Wellington, con el que templó muy bien a dos pistas. Mantuvo el nivel de su faena con cheque, pero malogró el posible premio con el mal uso del rejón de muerte.

Con el cuarto, el jinete hispanoluso cuajó una sensacional actuación. Gran toro de Fermín Bohórquez y soberbia la labor de Ventura ya de salida con Buena Víbor, y sobre todo en banderillas montando a Pegaso.

Por su parte, el portugués Joao Moura puso en escena una renovada y completa cuadra aunque, el mal uso de los aceros dejó en una ovación su balance artístico.