Ha regresado con fuerza.

Sí, he pinchado en Villarreal, he estado en Madrid grabando una parodia de Crepúsculo para El Hormiguero... Como yo digo, "el hombre que camina en la oscuridad no tiene sombra. Yo seré la luz que me iluminará".

¿Esa frase es suya?

Sí, tengo unas cuantas así.

¿Cómo es su retorno?

Empezamos las sesiones con una intro espectacular, no se la puede perder nadie. Y luego estoy entrando y saliendo de la cabina, pinchando... Al estilo de lo que hacía en Arsenal y El Templo, moviéndome para arriba y para abajo y metiendo también temas actuales. Ahora saco un nuevo tema, Revolución, que tiene mucho que ver con todo lo que está pasando.

¿Con el 15M, por ejemplo?

No, tiene que ver con todo. La idea es que la gente mueva su alma y su mente, la letra está hecha para cada uno. Invitamos a la gente a venir y a pasar a un agujero en el tiempo donde cada uno es lo que quiere.

¿Qué diferencia ve entre la pasada década y los 90?

Para cada persona su época de juventud es especial por lo que vivió. Yo sigo viendo esos años como una época de explosión mía, de creatividad y de libertad, que es lo que echo un poco en falta ahora. Cuanto menos libres somos, más controlados estamos. Parece que ahora lo que haces se queda para siempre, en Google.

¿Volverá la ruta del bakalao?

No, imposible. Eso ocurre una vez en la vida. Ahora quizá es todo más profesional, se están uniendo varios estilos... Nosotros éramos unos cabras locas, pero muy buena gente. Reivindico a la gente de aquella época.

La gorra, la armadura, las gafas con luz ¿En qué se inspiró para su uniforme?

En el espacio exterior y sobre todo en Blade Runner, una película que para mí es un emblema. Somos seres extraños que bailamos sobre la Tierra mientras se extingue.

¿Por qué cree que La hora Chanante se acordó de usted y no de Paco Pil?

(Ríe) Yo no te puedo contestar por parte de La Hora Chanante... Yo me hice muy amigo de ellos. Un día llamé a Joaquín Reyes y le dije: "hola, soy Chimo Bayo", y se quedó un rato callado... La verdad es que yo suelo decir las cosas que dice el muñeco de la parodia y por eso me sentí muy identificado... Y hay que saber reírse de uno mismo. Además, lo de La Hora Chanante significó que un grupo de gente muy joven se pusiera a investigar, y vieron que me conocían de cuando eran pequeños. Una vez vino un chavalín a abrazarme porque su madre le ponía mis canciones en la barriga. Me gusta ser parte de eso.

¿Qué melodía lleva en el móvil?

La normal, un teléfono antiguo. Me conoce mucha gente, no hace falta que suene el "¡hu há!" cada vez que entro a un restaurante. Pasaré a la Historia por eso, creo que el "¡hu há!" es el mejor invento después de la rueda.