¿Cómo se describiría para que los ciudadanos sepan quién es Juan Bautista Roselló?

Pues es una persona sencilla que ama a su pueblo y a su provincia. Yo entré en política porque me daba la oportunidad de servir a la sociedad y lo hice en el puesto en el que mejor se puede hacer eso, como alcalde.

¿Eligió cultura o le eligieron?

La verdad es que fue la presidenta la que me ofreció el área de Cultura. Cuando recibí la noticia me generó un sentimiento encontrado, primero de ilusión por estar ahí, porque creo que es la mejor área que tiene la Diputación, y segundo, de preocupación porque tiene muchos temas complejos que resolver.

¿Gestionar el Ayuntamiento de Benissa y el área de Cultura de Diputación no es mucho para poder hacer bien las cosas?

La verdad es que puede ser que se genere esa impresión pero ya puedo decir, con la experiencia de los dos últimos meses, que el Ayuntamiento de Benissa, después de estar doce años como alcalde, funciona muy bien. Ahora afronto el reto de la Diputación con ilusión y total dedicación.

Asume el cargo en un momento no muy apropiado para el lucimiento.

Lo que menos me preocupa de la cultura es su lucimiento. No me importa aparecer o no, pero sí que los objetivos que tengo marcados los pueda llevar a cabo, es decir, multiplicar las actuaciones culturales y que lleguen al mayor número de público posible. Sé que el presupuesto se va a reducir en todas las áreas, pero yo no quiero de ninguna manera que en cultura se reduzca en un porcentaje mayor que el destinado a obras o infraestructuras. Si dejamos la cultura de lado estamos haciendo un flaco favor a la educación.

¿La cultura precisa una gran inversión o no es solo eso?

Pues no, pienso que no. Además la cultura florece en época de crisis. Yo soy de los que cree que se puede hacer más con menos. Y en esta línea vamos a afrontar este reto, intentando hacer más cosas, no me conformo con hacer menos, pero sé que lo tengo que hacer con menos presupuesto. Hay que cambiar muchas cosas y la receta más importante para trabajar en cultura es coordinarse con todas las instituciones y entidades de la provincia. En cultura se puede economizar mucho si hay una buena coordinación, algo que no ha existido nunca.

Ha comentado que hay que cambiar cosas. ¿Qué cosas?

En primer lugar hay que cambiar la forma de trabajar, en el sentido de que la cultura no pueden ser reinos de taifas estancos. Es decir, ayuntamientos por un lado, Generalitat por otro, Diputación por otro, universidad por otro... En segundo lugar, hay que apretarse el cinturón y lo tenemos que hacer todos, las instituciones pero también artistas y creadores culturales, todos tenemos que poner menos condiciones.

Su partido, el PP, ha desarrollado en la Comunidad una política de grandes eventos y lujosos edificios, hay auditorios en muchas poblaciones, pero muchos carecen de contenido.

Tener buenas infraestructuras culturales no es malo. Afortunadamente se construyeron en un momento económico muy bueno. Lo que hace falta es sentarse para ver cómo sacar el máximo provecho. Hay que buscar el equilibrio para que sirvan para los recursos culturales locales pero también para ponerlas al servicio de ofertas culturales potentes.

Hablando de edificios, ahora tiene a su cargo el Auditorio de Alicante, una infraestructura de gran nivel, pero aún no sabemos para qué va a servir.

El ADDA está empezando, en este momento tiene muchas cuestiones técnicas que resolver, hay que dotarlo de equipamientos y de los instrumentos necesarios. El objetivo es llegar a tener una programación de conciertos permanentes con una o varias orquestas, ver si tenemos una orquesta residente... Tenemos la OFUA, la OSA, la Orquesta de Jóvenes de la Provincia de Alicante... y estamos en contacto con ellos para afrontar un proyecto musical serio y permanente. Yo entiendo que debemos estar a nivel de las salas más importantes de España.

Hay que elegir director gerente, director económico y director musical. Muchos cargos.

La verdad es que es necesario ir poniendo los cargos directivos que lo van a gestionar. Se han elegido ya los patronos de la fundación y el siguiente paso será hacer un presupuesto ya para el año que viene. Ahora estamos programando los conciertos de Navidad y en noviembre actuará la Banda Real dirigida por Francisco Grau.

Tienen peticiones para hacer uso del ADDA, pero no puede ser solo un centro de conferencias o de eventos sociales.

La idea es que el ADDA esté abierto y en servicio el mayor tiempo posible. Aparte de su programación musical permanente, tiene que estar al servicio de las orquestas de la provincia, de las bandas, pero además hay que ver el tema de la rentabilidad económica porque es un edificio ideal para congresos y actos sociales.

¿No cree que Alicante se merece una orquesta profesional?

Estoy totalmente convencido de ello. Es una lástima que no la tenga ya. También porque no había una infraestructura que pudiera darle cobijo. Lo que hay tener en cuenta es que estas orquestas nacen de entidades privadas, no lo podemos entender como una carga solo para la administración, debe buscar sus propios recursos que es como funcionan en Europa. Estoy convencido de que se podría crear una orquesta profesional muy buena y estoy trabajando en ello.

Partimos de la base de que la Generalitat no ha desembolsado ni un duro de lo comprometido para financiar el ADDA. ¿Por qué la Diputación no es capaz de exigirle que venga a actuar a este auditorio la Orquesta de la Comunidad Valenciana que, además, la pagamos todos?

Es una pregunta pero también es una afirmación con la que estoy de acuerdo. Desde que entré de diputado, una de las cuestiones que tenía clara era que en el tema cultural la Generalitat y la Diputación deben ir de la mano. No es ningún secreto que hay un tema económico pendiente de resolver que estoy convencido de que se va a arreglar de forma coordinada y en breve. También estamos haciendo gestiones con el Palau de les Arts y con el Palau de la Música. Yo garantizo que la Orquesta de la Comunidad Valenciana y la Orquesta de Valencia estarán en el ADDA, aunque aún no puedo decir fechas.

Entonces el tema de las partidas impagadas, también al MARQ, se está gestionando...

Sí, de hecho va a haber pronto una reunión al más alto nivel entre la Conselleria de Cultura y la Diputación para abordar todos los temas que hay pendientes, tanto con el ADDA, como con el MARQ o el Consorcio de Museos, al que vamos a volver a pertenecer de forma inmediata.

Otro peso pesado de la Diputación, el MARQ, está ahora a su cargo. ¿Va a cambiar algo?

Es la joya de la corona, uno de los museos arqueológicos más importantes de Europa y puedo asegurar que en este momento el buque insignia de España. Yo soy de los que piensan que si las cosas funcionan bien no hay nada que cambiar y el MARQ tiene un equipo técnico y directivo fantástico. El museo ha tenido una trayectoria extraordinaria hasta ahora y puede continuar en esa línea, aunque vamos a apostar por otros recursos que a nivel económico sean más digeribles sin perjuicio de su impacto cultural y mediático. Pero el contacto con los grandes museos va a continuar.

¿Qué línea le gustaría iniciar?

Creo que el MARQ tiene uno de las mejores fondos de arte ibérico y lo ideal sería crear una gran colección muy potente, que pudiera exportarse a otros museos del mundo. Además vamos a hacer que el MARQ llegue a todos los colegios de la provincia de Alicante.

Siguiendo con los museos, el Mubag ha sido siempre controvertido, sin línea expositiva coherente ni gerencia adecuada.

Al Museo de Bellas Artes hay que darle un giro de 180 grados. No tiene sentido que en menos de cien metros existan el Mubag y el MACA con colecciones de la misma época. Ya estamos abordando lo que puede ser una nueva línea para crear una buena colección permanente relacionada con la provincia. El Mubag tiene que ofrecer una pintura con diferentes épocas y estilos, desde finales del XVIII hasta principios del XX, para tengamos dos museos potentes pero complementarios.

¿Entonces no se va a nombrar ningún gerente ni un gestor de exposiciones como fue Juan Manuel Bonet?

No, no, el museo tiene una responsable técnica, Joserre Pérezgil, que tiene las ideas muy claras y va a llevar el proyecto adelante. Sobre Bonet, es uno de los mejores estudiosos del arte de nuestro país, pero en este momento en la Comunidad tenemos recursos para no tener que hacer exposiciones que tenga que comisariar este señor o cualquier otro.

El Gil-Albert no tiene aún director. ¿Cómo cree que debe encauzarse este centro?

El nombramiento se va a hacer muy pronto. Y creo que debe iniciar una nueva línea, sin reproches a la anterior. El Gil-Albert como instituto de investigación y de estudio lo que tiene que hacer es exactamente eso, apoyar a nuestros artistos plásticos, a nuestros creadores literarios, a nuestros investigadores. Esa línea es la que tiene que llevar. Además tiene que tener una estrecha colaboración con todas las entidades que se dedican a este tema en la provincia.

No le veo partidario de los ciclos que han traído a caras conocidas a la ciudad.

No, su misión no es traer caras conocidas. El Gil-Albert debe recuperar su esencia de estudio e investigación.

Hasta ahora hemos hablado de entidades en Alicante pero ¿y la cultura de los pueblos?

Eso es fundamental. Y voy a ser contundente. La Diputación no va a programar nada en Alicante que no sea de la mano del ayuntamiento de la ciudad, igual que hace con cualquier otro municipio de la provincia. No comparto que la Diputación trate a la ciudad de Alicante de forma diferente a cualquier otra de la provincia.

¿Está garantizado el apoyo al Festival de Música y a la Muestra de Teatro de Autores?

Totalmente. La política cultural tiene que estar cerca de los jóvenes y de lo contemporáneo y todas sus manifestaciones, de quienes son el presente y el futuro.

¿Y qué va a pasar con todas las colaboraciones con la CAM si desaparece la Obra Social?

Me preocupa mucho. Va a ser muy complicado que volvamos a la situación que había antes porque podemos perder al mayor benefactor que tiene la cultura en la provincia. Pero vamos a ser muy reivindicativos y exigentes para que el futuro de la CAM siga aquí. Luego está el tema de los legados culturales, que es un patrimonio absolutamente alicantino. Todo eso tiene que tener una titularidad que no puede ser ajena a todos los alicantinos y las instituciones que nos representan. Los ideal sería crear una fundación con participación institucional.

¿Qué diría a quienes piensan político igual a corrupción?

Que la gente tenga una mala imagen de los políticos y que seamos a nivel sociológico un problema de primera magnitud para los ciudadanos es algo que me disgusta y me preocupa, aunque algo se está haciendo mal cuando se da esta situación. No obstante, tengo que decir que, como en todo, hay personas con dedicación política que se dejan la piel y que estas críticas estarían injustificadas.

¿Usted es así?

Yo no me incluyo a mí mismo, pero intento tener la conciencia de que soy así. Intento dejarme la piel, pero yo no me admiro a mí mismo.