No importa que estén escritos con estilo rápido y fácil como una receta de cocina o si el mensaje llega con la moraleja de una fábula. Títulos como ReinventarseEl monje que vendió su Ferrari lideran las ventas de literatura de no ficción y ya empiezan a ocupar los escaparates que antes les estaban vetados. Las librerías de Alicante confirman un interés creciente desde hace dos años por un tipo de libros que siempre han sido tratados con desdén por la élite cultural. Hoy cuentan con la aprobación,con ciertas reservas, de los propios psicólogos. En tiempos de duda, la autoayuda pide paso.

A pesar de que todas las librerías consultadas, El Corte Inglés de Alicante y Elche, La Casa del Libro, Fnac y 80 Mundos de Alicante confirman el buen momento de oferta y demanda que viven estos títulos, no es fácil encontrar un dato que recoja la expansión de las obras de superación personal.

El propietario de 80 Mundos, Fernando Linde, habla directamente de un aumento del 15% en las ventas de autoayuda en apenas un año, y desde Fnac, la responsable de Librería, Ana Fernández, detecta "un boom espectacular en algunos títulos" y "una demanda creciente en los últimos años" de este género, gracias en gran medida al boca a boca. Dificulta la recogida de estadísticas, sin embargo, el hecho de que "se reparten por secciones distintas" además de por la propia de Autoayuda. El caballero de la armadura oxidada (Robert Fisher) puede estar en Espiritualidad, mientras que La inutilidad del sufrimiento (María Jesús Álava) aparece en Psicología.

"Desde hace tres o cuatro años hay más títulos y se vende mejor todo lo que tiene que ver con la autoayuda, incluidos autores que antes estaban en las últimas estanterías" explica un responsable de La Casa del Libro de Alicante. A su juicio, el auge del género se debe a una "crisis de identidad y emocional generalizada".

"La gente busca repuestas"

La causa de este aumento tiene su origen en la crisis, pero no sólo en su manifestación más reciente, sino también en el propio origen de la palabra. El vocablo griego krisis, derivado del verbo krinein significaseparar, decidir, juzgar. Fases necesarias de una etapa de cambios como la que afronta la sociedad desde hace cuatro años. "La gente está buscando respuestas a sus problemas", resume la psicóloga Sonia Cervantes.

Para ella, es positivo utilizar este tipo de libros siempre y cuando "sepamos cribar los buenos libros de los malos" y "seamos conscientes de que sirven para orientar y ponerle nombre a nuestros problemas, no para dar soluciones como hace un manual". Está convencida además de que el estigma tradicional de los libros de autoayuda proviene de la pretensión de ser un libro de instrucciones rápido y fácil, cuando en realidad "no son para leer en el autobús, sino para trabajarlos con una libreta".

Ella misma "receta" a sus pacientes algunos de estos títulos. El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, segunda obra más vendida en Psicología en El Corte Inglés, "debería ser lectura obligatoria", opina Cervantes.

Más severo con estas lecturas se muestra el psicólogo alicantino José Tomás Pallás, quien recomienda leer sólo autoayuda firmada por psicólogos especialistas. De hecho, compara la consulta de estos títulos con "la búsqueda de soluciones médicas en Internet, ya hay estudios que hablan de que este tipo de libros retrasan la consulta al especialista".

Mientras que encuentra obras de referencia en algunos ámbitos, como las del experto en pareja Walter Riso, advierte de que seguir pautas de libros erróneos "puede generar aún más ansiedad a quien tenga un problema real".

Por su parte, Jordi Nadal, director de la editorial Plataforma, especializada en autoayuda y literatura de superación personal, cree sin embargo que "la gente necesita ayuda con crisis o sin ella". Títulos de esta editorial nacida en 2007, como Reinventarse, de Mario Alonso Puig, La resiliencia, de Anna Forés y Jordi Grané o Las palabras que curan del "gurú de la buena suerte" Álex Rovira, han vendido juntos más de 100.000 copias y algunos se han traducido a varios idiomas. "No existen más que los buenos libros y los malos. No conozco libros que ayuden más entender la sociedad que los cuentos de Chéjov", concluye.