Desde el pasado 22 de julio, los responsables culturales de la provincia andan en un ay. Desde que el Banco de España intervino la CAM, organismos públicos y privados manifiestan estos días su preocupación por el futuro de la Obra Social de Caja Mediterráneo dada la presencia que esta entidad tiene en el patrimonio cultural de la provincia desde hace más de un siglo. Aunque la inversión destinada a la cultura de la Obra Social no constituya más que una cuarta parte de un pastel cercano a los 40 millones de euros en estos últimos dos años de crisis, en beneficio de la atención social, no hay promotor cultural que no acuda a la CAM cuando decide emprender una aventura musical, teatral o cinematográfica y pensar ahora en una hipotética reducción o desaparición de este legado es algo que nadie se atreve a hacer.

Con cuatro Aulas CAM y cuatro salas de exposiciones en Alicante, Elche, Benidorm y Orihuela; dos casas-museos en Monóvar y Novelda; un centro de arte en Alcoy, un auditorio y dos espacios dedicados a las nuevas tecnologías, sólo con eso, la provincia ya podía considerar suficiente el papel de la CAM. Eso sin contar con los cuatro premios literarios que convoca anualmente, la prestigiosa beca de artes plásticas o los concursos de fotografía y cómic, sin olvidar que gran parte de los intelectuales y artistas más relevantes del momento han llegado a la provincia a través del Aula CAM.

Pero además de eso, y tal y como andan las arcas públicas, la mayoría de los acontecimientos culturales requieren hoy la presencia, aunque sea mínima, de la caja alicantina y algunos certámenes difícilmente podrían sobrevivir sin su ayuda.

Así opina el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Alicante, Miguel Valor, que considera a la CAM "un compañero indispensable para todas las actividades culturales que hacemos y el apoyo tremendo que ha supuesto en los últimos años para la cultura de la provincia". El Mercado Medieval, el Festival Internacional de Títeres, el de cometas, el de música lírica o el de bandas de música, por ejemplo, son ejecutados por el Ayuntamiento en compañía de la CAM, entidades que además comparten al 50% la propiedad del Teatro Principal de Alicante. Este hecho preocupa a Valor y a la directora del teatro, María Dolores Padilla, pero ambos confían en que no se resienta pase lo que pase en el futuro. "Esperamos que el nuevo propietario haga lo mismo por la ciudad que ha hecho la CAM", indican, a pesar de que la aportación de esta entidad se redujo a la mitad este año -de 200.000 euros a 100.000-. Padilla añade que la programación de calidad que ofrece el teatro, que superó los 115.000 espectadores en 2010, "es gracias al apoyo de los propietarios y por ello es absolutamente fundamental que la CAM siga siéndolo; si no, sería inviable".

También el concejal de Cultura de Elche, Pablo Ruz, apunta que el ayuntamiento ilicitano sería incapaz de asumir la inversión anual de más de 100.000 euros que la CAM realiza en el Festival de Cine Independiente de Elche, que este año alcanzó su 34 edición. "No podríamos hacer frente a eso y esperamos que no se dé el caso, pero el festival no puede desaparecer y habría que buscar otra fuente de financiación".

Y a otro patrocinador debería recurrir la Diputación en el caso de que la entidad financiera dejara de participar en el Festival de Verano de Lucentum, que cubre a partes iguales con la Diputación mediante 200.000 euros. El diputado de Cultura, Juan Bautista Roselló, aseguró estar "no preocupado, sino muy preocupado por el futuro de la CAM, no ya solo por la parte de ayudas y subvenciones, sino también por la de los legados".

Este es un aspecto menos conocido de la Obra Social, que tiene 180.000 documentos públicos y privados de ilustres alicantinos, como Eusebio Sempere, Óscar Esplá, Gabriel Miró, Carlos Arniches, Azorín o Jorge Juan, entre otros. "¿Qué va a pasar con todo ese patrimonio cultural, con la cantidad de obras de artistas alicantinos que posee, además de las casas museos de Azorín o la de Novelda?", se pregunta Roselló, que recuerda que la CAM es "uno de nuestros principales colaboradores y pasa el tiempo y se sigue sin saber qué va a pasar con la Obra Social".

La CAM es uno de los cinco patronos fundadores del Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) y desde 2001 hasta la fecha ha mantenido puntualmente su aportación de 46.000 euros, al igual que Caja Murcia, mientras que la Generalitat aumenta su deuda y el ayuntamiento alicantino ha reducido a 12.000 su aportación.

Fuentes de la Diputación indican que ahora mismo no se sabe nada de la permanencia de la CAM como patrono en el MARQ "y te das cuenta de repente del vacío que eso genera; habrá que buscar otro patrono y no sabes muy bien dónde", indican.

Para MayDay Gestión Cultural, empresa promotora del Festival Internacional de Videoclips de Comunidad Camon (Fivecc), que ha desarrollado varios proyectos con Camon, una hipotética desaparición de Camon sería "una hecatombe cultural" y supondría "un vacío que no podría cubrir nadie en la provincia ahora mismo, sólo algo el centro de Las Cigarreras", apunta Mario Martínez, que reflexiona sobre el espacio de nuevas tecnologías creado por la caja alicantina: "La CAM siempre ha llevado la cultura en Alicante, pero Camon ha llevado la cultura del siglo XXI, su creación fue un salto muy gordo en la actualización de la cultura y en el acercamiento de las nuevas tecnologías, demasiado incluso para Alicante. Nosotros -y como nosotros, otros- no sabríamos a quién acudir con nuestros proyectos si no existiera".

Mes y medio después de la intervención del Banco de España, el director de la Obra Social, Carlos Moyano, confía en el futuro de esta entidad. El propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, reclamó hace unos días su continuidad al Banco de España. Ahora las cartas están echadas.