Agosto de 1981. El mundo del automóvil presenta el airbag. Seis días después, la madrugada del jueves 20 de agosto, seis colegas se la pegan en Vigo -por supuesto sin dispositivos de seguridad- cuando viajan en un Renault 12 en dirección a Bouzas en medio de una noche de marcha. Sí, un "R12" familiar y no otro, matizan. El conductor, un joven músico de nombre Julián Hernández y los otros cinco ocupantes: Manuel Romón (que viajaba de copiloto), Javier Soto, Alberto Torrado, Miguel Costas y José Manuel Barros (en los asientos traseros), acaban en urgencias del hospital Xeral. El buen humor no decae y Torrado corre por los pasillos usando una silla de ruedas pero el diagnóstico de Romón, con hemorragia interna, es bastante grave. De allí saldría, sin que se lo hubieran imaginado, el nombre definitivo del grupo, tras la declaración de la compañía aseguradora del estado del vehículo: Siniestro total. El "¡Somos siniestro total!", que repetirían hasta el éxtasis tres años más tarde en la célebre "¿Quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?".

"Si llegamos a tener airbag, probablemente no nos hubiésemos dado tremendo trastazo", bromea el conductor, Julián Hernández. Recuerda también que entonces dijeron: "Cuando pasen 30 años, nos vamos a reír de esto.... ¡Y han pasado!".

Cuatro de aquellos seis pasajeros se han desplazado al lugar de autos. Se cumplen 30 años del accidente que rebautizó a la banda de punk rock gallega -en aquel momento "Mari Cruz Soriano y los que afinan su piano"-. El semáforo instalado en Beiramar no estaba entonces, aseguran. El ahora cantante y líder, Julián Hernández, recuerda los pormenores de aquella noche de niebla, que acabó con el tropiezo con una valla de obras sin señalizar.

¿Ibais seis en el coche? "Sí, ya sé que es ilegal... Y conducía yo. Pero la verdad es que conduzco como una vieja, si llegamos a ir rápido nos matamos", razona el creador de Miña Terra galega. "Manolo [por Romón] fue el que acabó peor. Cuando Torrado lo cogió del suelo, parecía la Pietá, era la imagen renacentista del dolor. La suerte fue que le pillaron rápido la hemorragia interna, le quitaron el bazo..." Hernández reconoce que, meses más tarde, Costas propuso el nombre "que había dicho la compañía": Siniestro Total. Grabaron con Germán Coppini, "porque no quería cantar nadie".