Apellidándose así casi estaba predestinado a dedicarse al mundo del toro, pero mucha gente se preguntará ¿por qué a caballo?

Pues no sabría explicar muy bien por qué. Desde bien pequeño tenía ya esta afición. De hecho en el debut de mi hermano como novillero en público ya salí a poner un par de banderillas a caballo. Cuando iba a la finca desde chiquitito estaba todo el día con los caballos y rodeado de toros, será por eso y el ambiente que había en casa, claro. Es una vocación desde muy niño. Eso sí, mis padres me dijeron que lo primero era acabar los estudios y que si después me quería dedicar a esto pues que adelante. Y eso hice nada más acabar la Selectividad.

Y se fue a prepararse nada menos que con Pablo Hermoso de Mendoza

Llevo cinco años en casa de Hermoso. El día que mi padre se cortó la coleta en Sevilla él estaba allí y mi padre le pidió que si podía ir a pasar una temporadita con él para aprender y al final eso se ha convertido en cinco años, así que ya soy casi uno más en la familia y la verdad es que les estoy muy agradecido, muchísimo.

¿Y qué cree que ha aprendido durante este tiempo?

La verdad es que he aprendido todo. Llegué siendo un niño cuando en casa lo tenía todo, así que he madurado mucho. Desde a limpiar las cuadras a las 8 de la mañana, a ayudar al veterinario, y lo que es preparar un caballo desde el principio. Coger un potro, criarlo, enseñarlo a torear y debutarlo en una plaza es increíble, es de lo que más orgulloso me siento de todo lo que he podido hacer. Hay ya unos seis o siete caballos a los que he enseñado a torear yo y he logrado que salgan a la plaza. Y eso son muchas horas de entrenamiento y mucha paciencia para darles tiempo a que asimilen porque he aprendido que pelearte con ellos no lleva a ningún lado.

¿En qué consiste esa preparación?, ¿Cómo es un día normal?

Pues a las 8.30 horas o así ya estoy en las cuadras y empiezo a montar sobre las 9. Paro una hora y media más o menos para comer y descansar un poco y vuelvo a montar hasta las 20 horas. Es todo el día de dedicación porque tengo que montar a nueve o diez caballos al día. A cada corrida se llevan ocho o nueve monturas más los suplentes y todos tienen que estar preparados. Es un trabajo duro porque no los puedes dejar y es sacrificado pero es así si quieres estar compenetrado con ellos al cien por cien.

¿Qué tipo de toreo es el que quiere transmitir y en qué medida tiene como referente a Hermoso?

El tiempo que he estado aquí he intentado interpretar mi toreo con la mayor pureza posible. He aprendido mucho de Hermoso pero no pretendo imitarle, creo que sería un error y además yo tengo mi propia personalidad toreando que está marcada sin duda por mi familia. Lo importante es hacer las cosas con calidad para que perduren en el tiempo y en el aficionado. No soy muy de hacer alardes de cara a la galería y bueno, aún soy joven e iré encontrando poco a poco el toreo que busco.

¿Impone la presentación en Alicante?

Es una responsabilidad debutar en tu tierra, donde la gente te conoce desde pequeño y con tu familia y tus amigos. Siempre existe una mayor presión porque quieres que todo salga redondo. El trabajo previo está hecho y yo voy seguro pero con la responsabilidad que requiere el acontecimiento. Pero una vez que sale el toro y estás solo con él ya se tienen que ir la presión y los nervios.

¿Cómo está viviendo el buen momento profesional por el que atraviesa su hermano, es capaz de disfrutar?

Siempre que puedo lo acompaño a las corridas y verlo torear como lo está haciendo la verdad es que me llena de orgullo. Le ha costado lo suyo y es el mejor ejemplo que tengo de que con trabajo y esfuerzo al final salen las cosas. Estoy disfrutando mucho con él, pero también paso miedo porque el que está solo con el toro es él no eres tú y eso es una preocupación. Prefiero torear yo que verlo a él y lo mismo me ocurría con mi padre.

Y su padre ¿cómo lleva la nueva etapa que comienza como rejoneador?

Pues está muy ilusionado desde que empecé a torear porque el del rejoneo es un mundo nuevo para él. Obviamente el tema de los terrenos y demás lo domina pero el trabajo de entrenamiento a los caballos y las triquiñuelas de los rejoneadores son nuevas para él y se ha interesado mucho por cada caballo. Me acaba de llamar emocionado porque una yegua ha parido un potro en la finca. Es algo que ha descubierto y le llena mucho.

¿Qué caballos trae a Alicante?

Nueve. Las estrellas son Mazzantini, de salida, y también Hércules que ha evolucionado mucho este año. En banderillas Tomatito, Garibaldi, Batman y Farruquito. Y para el último tercio un caballo que me da mucha seguridad, Talismán.

Tres Manzanares en el ruedo

"Una tarde de emociones fuertes", así describe Manuel Manzanares el día de su alternativa el pasado 11 de junio en Nimes. No es para menos porque si cualquier profesional que da ese paso lo recuerda siempre, en su caso además se sumaba el hecho de que su padre volviera a pisar el albero vestido de calle para darle simbólicamente los trastos como hizo con su hermano mayor en Alicante. En el primer toro "estuve muy a gusto y le corté una oreja", "la pena fue que ni los de Pablo -Hermoso de Mendoza- ni el segundo mío nos permitieron acompañar en el triunfo a mi hermano-que cortó las cuatro orejas-".