Numerosos premios, distinciones y reconocimientos jalonan la trayectoria de Vicente Ramos. De hecho, se alzó como ganador del I Premio Azorín Nacional de Literatura en el año 1965, con la obra Literatura alicantina. 1839-1939, un galardón polémico porque "por un lado estaban los que me tachaban de anticatalanista y por otro los que me acusaban de franquista... Al principio tomé posiciones, pero luego me pregunté para qué, sabiendo que era una campaña orquestada" (Semblanza).

Entre la enorme lista de reconocimientos a lo largo de su trayectoria, destacan la Cruz de la Orden Civil de Alfonso X El Sabio del Ministerio de Educación y Ciencia, en 1968, y la Medalla de Oro de la Provincia de Alicante, que le fue entregada por su labor como historiador en 1997. Tiene en su haber asimismo el Premio Valencia de Literatura (1957), el San Isidoro de Ensayo del Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras (1963), y el Nacional de Biografía (1967), por Carlos Arniches.

Además de su pertenencia a numerosas academias de diferentes países citadas en el texto principal, fue nombrado Hijo Adoptivo de la Ciudad de Alicante en 1977 y de la Villa de Guadalest en 1973, e Hijo Predilecto de Guardamar del Segura en 1996. También cronista oficial de la provincia de Alicante en 1970 y de Guardamar en 1963, Caballero de la Orden de San Antón de Orihuela en 1966 y posee una avenida con su nombre en la ciudad de Alicante, inaugurada en 2002.

Fue condecorado con la Medalla de Honor del Ateneo de Alicante en 1990 y con el título de Alicantino Ilustre del Siglo XX del Casino de Alicante en 1999. El último galardón le llegó en 2003, cuando recibió la Medalla y Título de Honor del Círculo de Bellas Artes de Madrid.