"Spanish Exploitation" es el título del último libro del escritor y critico de cine Víctor Matellano, quien ha decidido agrupar por géneros aquellas películas españolas que importaron y "explotaron" grandes producciones estadounidenses para adaptarlas al coso hispano con escasos medios.

En ocasiones, los pequeños ejemplos son muy útiles para explicar y describir, y este es el caso de "Supersonic Man", una producción española, dirigida por Juan Piquer Simón y protagonizada por Antonio Cantafora, cuyo estreno se produjo dos años después de que el actor Christopher Reeve se enfundara el traje de "Supermán".

Numerosos directores y productores españoles, como el citado Piquer Simón, Jess Franco o José Luis Merino, se subieron al carro de la "explotación" de las grandes películas para llevarlas y adaptarlas "a la española".

Eso sí, con muchos menos dinero, con técnicas de rodaje que estaban a años luz de las estadounidenses y en muchas ocasiones "con sólo una semana de rodaje".

Así lo ha explicado hoy el escritor y guionista Víctor Matellano, quien en el marco del Festival de Cine de Alicante ha presentado oficialmente "Spanish Exploitation", en el que agrupa y clasifica por géneros todas esas películas españolas que "guiñaron un ojo a Hollywood".

Aquella tendencia, muy propia en las décadas de los 70 y los 80, tiene su valor cinematográfico y, casi cuarenta años después, "hoy en día sigue teniendo muchos seguidores".

En su libro, Matellano se detiene en títulos significativos, aunque para muchos desconocidos, como "Encuentros en el abismo", con Alfredo Mayo y Manolo Zarzo, una "película-respuesta" a "Encuentros en la Tercera Fase", de Steven Spielberg.

Anécdotas, entresijos, comentarios y entrevistas completan esta obra, en la que figuran también actores y actrices que iniciaron su carrera profesional participando en este tipo de películas, como Silvia Abril, Marisa Paredes o María José Cantudo.

Según Matellano, quien ha presentado el libro junto al actor Fernando Esteso y la actriz Susana Estrada, todas este tipo de películas, "hoy de culto", se realizaron con "una gran profesionalidad" y buscando "una buena taquilla".

Con prólogo de Alaska, el libro se divide en tres secciones.

Una primera dedicada al sexo, en la que entran películas de erotismo, pornografía, comedia erótica y destape); terror, incluido el gore y algo de ficción, y "balas", en la que tiene cabida, según ha dicho Matellano entre risas, "las paellas-western".

Susana Estrada ha relatado que en la película "La noche de las gaviotas", de temática templaria, unos cangrejos le devoran el rostro durante un sacrificio.

"Sólo tres cangrejos eran de verdad, el resto todos falsos", ha afirmado Estrada, quien, sin embargo, ha subrayado el esfuerzo técnico y de imaginación que los directores demostraban para suplir la falta de medios.

En otra película, ha añadido la actriz, el director simuló con ruidos vocales el sonido de disparos, "pues no había para pistolas".

Matellano incluye en su libro entrevistas a Jess Franco, José Manuel Larranz y José Luis Merino, quienes desgranan anécdotas y apuntes sobre rodajes.