El Circo del Sol ha logrado un hueco entre las grandes multinacionales del espectáculo gracias al minucioso trabajo que realizan personas como Bruce Mather, director artístico de Corteo. Él se encarga de supervisar cada actuación en vivo, además de repasarlas en innumerables sesiones de vídeo. Todo ello persiguiendo un objetivo: que Corteo alcance los estándares de calidad que la compañía de Quebeb se exige cada que vez que su marca aparece en algún rincón del planeta.

En el caso concreto de este espectáculo, ¿de dónde surgió la inspiración para crear un mundo mágico así?

Surgió de Daniele Finzi Pasca, su creador. Él nos visita de vez en cuando para hacer retoques en la actuación. Agita el espectáculo para que no se estanque. Los artistas necesitan sentirse vivos. De lo contrario sería imposible hacer diez funciones a la semana.

A diferencia de Quidam, llama la atención que este número sea más teatral.

Sí, en esta ocasión los artistas representan a humanos. En Quidam nadie hablaba, y si lo hacía era con un lenguaje ficticio. Aquí están obligados a aprender español para comunicarle al público lo que ocurre sobre el escenario.

¿En qué consiste exactamente su trabajo?

En ser los ojos y los oídos de los artistas. Ellos reciben el calor de la grada, pero siempre buscan la forma de mejorar.

¿Qué necesita un artista para formar parte del Circo del Sol?

Pasión y locura por su arte. El ritmo de vida que llevamos aquí no es fácil de asumir, aunque no seamos un circo ambulante al uso y dispongamos de mejores condiciones que el resto. Una persona que sea la mejor del mundo en su disciplina no tiene asegurado un puesto de trabajo en nuestra compañía.

¿Cuál es la rutina que se sigue para ingresar en el circo?

Todas las personas que ingresan en la compañía pasan un periodo de formación de entre 4 y 6 meses en la central de la empresa, en Montreal. Si lo superan, se les asigna el espectáculo que se considera más acorde con sus características.

¿Qué es lo más difícil de enseñar a los aspirantes a pertenecer a la compañía?

En muchas ocasiones llegan procedentes del mundo de la gimnasia, donde no pueden expresar sus emociones ante los jueces que los evalúan. Aquí les pedimos lo contrario, que conmuevan a los espectadores con su arte.

Además de esto, ¿en qué aspectos insisten más a la hora de entrenar?

En la compenetración de unos artistas con otros. Ellos saben que es fundamental, que dejan su vida en manos de sus compañeros.