El oscuro romanticismo con el que el modisto británico Alexander McQueen impregnó los diseños que le encumbraron como uno de los grandes de la moda envuelven al Museo Metropolitan de Nueva York, que rinde homenaje al diseñador fallecido el año pasado con más de un centenar de sus creaciones.

"Para McQueen el amor era la más exultante de las emociones humanas. La moda le proporcionó un vehículo para expresar el amor de forma conceptual, con sus agonías y sus éxtasis, a veces de forma autobiográfica", explicó a Efe el comisario de la muestra, Andrew Bolton.

Los diseños de McQueen (1969-2010), "un verdadero romántico, en el sentido 'byroniano' de la palabra", eran según Bolton, "una expresión de los más profundos, en muchas ocasiones oscuros, aspectos de su imaginación".

La inmensa aportación de Alexander McQueen al mundo de la moda se explora en esta muestra a través de más de cien diseños y setenta accesorios que recorren casi dos décadas de creación del artista, desde su primera colección en 1992 como un recién graduado en la escuela de diseño londinense Central Saint Martins, hasta el último desfile que el público tendría que haber visto en marzo de 2010, un mes después de su muerte.

McQueen se suicidó en su casa de Londres en febrero del año pasado, dejando tras de sí una estela de diseños que "desafiaron y renovaron nuestro entendimiento de la moda más allá de la utilidad, hasta convertirse en una expresión de cultura, política e identidad", según explicó Bolton en la presentación de la muestra.

Para componer "Alexander McQueen: Savage Beauty (Belleza salvaje)", el comisario de la muestra se inspiró en un tatuaje que tenía el diseñador británico en el brazo derecho con una cita de la obra de Shakespeare "Sueño de una noche de verano" que decía "el amor mira con la mente y no con los ojos".

La elección de ese tatuaje revela que McQueen creía "en el poder del amor de transformar la fealdad en belleza", según Bolton, quien por ese motivo decidió dividir la muestra por temáticas, pero sin olvidar nunca ese "romanticismo oscuro" del diseñador.

Así, en el apartado "Mente romántica" se explora la técnica del modisto, que combinaba la precisión de la sastrería y de sus patrones con la espontaneidad en las formas y cortes, mientras que en "Gótico Romántico" se pone de manifiesto el compromiso del modisto con el gótico victoriano y la dicotomía entre la vida y la muerte.

En "Romanticismo nacionalista" se puede descubrir la fascinación del artista con la historia británica y sus raíces escocesas, aunque la muestra también lleva al visitante hasta la influencia que tuvieron sobre sus creaciones las culturas japonesa y china con el apartado "Romanticismo Exótico".

Los diseños que se exponen en el Met -muchos de ellos de la propia firma Alexander McQueen de Londres y algunos otros recuperados del Givenchy parisino, donde sucedió como director creativo al polémico John Galliano en 1996- son una muestra de su aportación al mundo de la moda, por lo que no podían faltar sus "bumster trousers", sus descarados pantalones con el tiro extremadamente bajo.

El llamado "hooligan" de la moda, como se le conocía en ese mundo por su pelo rapado y afición a las botas militares, también introdujo diseños revolucionarios como la chaqueta tipo quimono o la levita "origami" gracias a su herencia japonesa que se pueden ver en esta exposición, así como sus famosos zapatos "armadillo", que popularizó Lady Gaga.

En la muestra aparecen además colecciones clave para entender la creación del británico como "Highland Rape" (Violación de las Tierras Altas escocesas), junto a otros símbolos como "Number 13" (de su colección de primavera/verano de 1999) o "Angels and Demons" (de la de otoño/invierno de 2010-11), en las que se ve cómo el modisto exageró las formas femeninas, ciñiendo la cintura y ampliando las hombreras.

Hasta el próximo 31 de julio se podrán observar en el prestigioso museo neoyorquino esos diseños de McQueen, quien durante su prolífica carrera vistió a grandes estrellas del cine y la música como Gywneth Paltrow, Sarah Jessica Parker y Rihanna, que acudieron el lunes a la lujosa gala de presentación organizada en el Met.