En On the rock, su más reciente trabajo con el que está de gira, están recogidas sus inquietudes sonoras (rock, hiphop, flamenco, jazz latino, pop, ranchera...) ¿Están pues todos los calamaros posibles en este álbum?

No. On The Rock es un disco que explota algunos posibles registros de nuestra banda, el quinteto y yo; hay muchas músicas posibles. Como grupo seguimos evolutivos y, personalmente, presumo de cierto destino inconstante.

Rosendo (que nunca ha transitado otros géneros) acaba de ganar el Premio de la Música al mejor álbum de rock. Y Enrique Morente (un experimentador nato) ha logrado, a título póstumo, el premio al mejor disco de flamenco. Son dos formas de entender la música: una fiel a un estilo y otra que se fusiona, se une, se contagia de otros universos. ¿Se siente más cerca de Morente que de Rosendo?

Formalmente estoy más cerca de Rosendo, pero fui amigo de Enrique, que fue un genio del arte además de una persona profunda y entrañable. Morente era académico y revolucionario, Rosendo es el fuego eterno del rock de los barrios.

Hace un mes entrevisté a Ernesto Alterio, y me dijo: "En España parece que hay algo despectivo hacia los artistas. No se cree que la cultura es importante". ¿Siente lo mismo que su compatriota?

En Argentina también es complicado, aunque sea un país donde el rock tiene alta representatividad social; la sociedad y la información están bastante apestadas de frivolidad y manipulaciones. Así que entiendo a Ernesto y comparto: España vive pendiente de las uñas de Cristiano Ronaldo y el arte es una secta.

Leemos la noticia de que la recaudación de la SGAE en 2010 fue de 365 millones de euros. Un millón de euros al día. ¿Entiende que la gente se pregunte de qué se quejan los músicos?

Eso es un disparate. Los principales socios de SGAE son editoriales, no son músicos. Un 5 % de los músicos tenemos obras registradas, y una mínima parte cobra números interesantes; los músicos autores somos una minoría, siempre fue así. Las grandes editoriales (multinacionales del derecho de autor) son dueños de la mayor parte de los derechos existentes; los autores se quejan porque el capitalismo telefónico-informático reformuló el derecho del trabajador autor a su antojo. Lo insólito es que el pueblo no apoye la causa de los artistas.

¿Sigue pensado que el ciberespacio está repleto de "basura posmoderna y niñatos vacíos", como dijo en su despedida de Twitter?

Sí, claro. Y también una mezcla de las dos cosas.

¿Y a quiénes considera peor, a los internautas o a Ángeles González Sinde?

A los internautas.

¿Cree que cantaremos algún día eso de que la Red mató a la música... o a la cultura?

A la música no la puede matar nadie, sin música la vida misma sería un error. La cultura es todo, no solamente existe una cultura académica ni popular, ni es únicamente literatura o arte plástico; la cultura es el hacer humano original, la identidad. La frivolidad y el capitalismo nos están aborregando y la cultura puede enfermarse, aunque difícilmente pueda morir.

Vayamos a otros temas. ¿Piensa que Zapatero ha sido un buen presidente para España?

Sí, pienso que sí.

¿Qué le diría a Berlusconi si le invita a una de sus fiestas?

No creo que haga falta decir nada, ademas no hablo italiano, pero me iría encantado de fiesta con el cavalieri É En teoría, sí É Tampoco tengo urgencia ni necesidad urgente.

¿Sigue pensando que ser antitaurino es ser víctima de la progresía aborregada?

No siempre. Hay argumentos razonables e inteligentes para todo; sin embargo, las bases del planeta antitaurino son ridículas en un mundo que se muere de hambre, no todas pero la mayoría.