Los últimos vestigios de la resistencia republicana durante la Guerra Civil Española se encuentran en la Serra Grossa de Alicante, donde hay un recorrido de trincheras, un almacén y un refugio circular de defensa antiaérea desde el que los militares del bando republicano avisaban durante el conflicto bélico de la llegada de los aviones italianos que venían a bombardear la ciudad en colaboración con el frente nacional. El paraje, que forma parte de la historia reciente de este país, se encuentra en un pésimo estado de conservación, invadido por malezas, basuras y grafitis que afean su entorno.

Con la intención de preservarlo y protegerlo de su destrucción, su rehabilitación y restauración ha sido incluida dentro del Plan de Esculturas y Monumentos que se ejecuta desde el Patronato de Cultura. La obra empezará en noviembre y se espera que para primeros de diciembre esté culminada. La intervención en la Serra Grossa (también conocida como Sierra San Julián) tendrá tres fases: limpieza de la zona y eliminación de las pintadas modernas, consolidación de la piedra y colocación de una placa informativa que explique el significado histórico del lugar.

El proyecto lo desarrolla el Ayuntamiento con el apoyo del grupo socialista y la financiación del Plan E. Miembros de los dos grupos políticos hicieron una visita, en compañía de técnicos municipales, para hacer una primera inspección del terreno. De lo que allí vieron, el portavoz municipal del PSPV en el Ayuntamiento, Javier Macho, destaca que le sorprendió "un reloj de sol que hicieron los militares republicanos para orientarse y las inscripciones en la roca en las que anotaban su nombre, su localidad de procedencia y la fecha".

Luisa Biosca ha sido la restauradora encargada de elaborar el informe del Patronato de Cultura y supervisará la intervención en la piedra. "Vamos a dignificar la zona y explicar la importancia que tiene lo que allí ocurrió. Así, cuando alguien esté paseando al perro o haciendo ejercicio sabrá lo que está viendo". El hecho de limpiar y señalizar la zona tiene más intenciones que la informativa: "Cuando ve un paraje que se encuentra en ruinas no le importa ensuciarlo, si lo ve adecentado y sabe que se encuentra ante un lugar histórico, se comprometerá más con su mantenimiento", agrega Biosca.

En cuanto a la intervención técnica que se hará sobre el terreno, la restauradora cuenta que su trabajo "consistirá en consolidar la piedra con silicato de tilo. Este producto hace que la roca se regenere mediante una reconstrucción química. Provoca la reacción contraria a la degradación ocasionada por el tiempo".

Lo zona, en la que en la actualidad residen indigentes, ofrece una panorámica estupenda del radio comprendido entre el Cabo Huertas y el Cabo de Santa Pola. Ahí radica su importancia como enclave estratégico durante la guerra. Lo ocurrido durante el conflicto y en sus años previos, los de la Segunda República "le otorgan un valor simbólico e histórico a este terreno", afirma Javier Macho. El portavoz socialista habla de "la deuda que tiene Alicante con la República. Hay que ser justos y respetar y restaurar aquellos gestos que ayudan a conservar la memoria, a saber qué pasó y a entender por qué no tiene que volver a ocurrir nunca más".