La peregrinación anual está a punto de finalizar para los miles de asistentes al Festival Internacional de Benicàssim, que comienza hoy con menos público que el año pasado, cuando la localidad castellonense vio pasear por sus calles a unos 50.000 ´fibers´, como se conoce a quienes acuden con su entrada o abono, en la que fue una edición excepcional de esta cita anual con la música en directo.

Mientras buena parte del público que ha sido fiel al festival durante los dieciséis años que lleva celebrándose lanza críticas a las últimas ediciones por la calidad del cartel o por el claro viraje que ha sufrido en los últimos años, acercándose a los modelos anglosajones que lo inspiraron en sus comienzos, el público extranjero parece más convencido cada año de las ventajas de ver a sus bandas favoritas en la costa española.

Si hasta hace unos años era llamativa la presencia de aficionados franceses, sin ninguna duda los protagonistas ahora son los británicos. Ellos ven en el FIB una alternativa ventajosa a sus caros festivales (aquí el abono da derecho a una semana de acampada gratis), que cuelgan el 'sold out' casi antes de descubrir su programación y resultan además menos disfrutables por el clima .

La culminación de esta progresiva transformación se produce este año, en el que el empresario irlandés Vince Power asume por primera vez la dirección del festival. De él se esperaba que trajera algo de la excelencia de festivales históricos como Glastonbury o Reading, de los que también ha sido responsable, pero las comparaciones, hasta ahora, siguen siendo desalentadoras y, aún cuando la guerra feroz por la contratación de grandes estrellas ha terminado y se ha reducido el número de festivales de gran presupuesto en España, la ausencia de algunos nombres indispensables en la historia del pop y del rock empieza a ser imperdonable.

Aún así, es justo destacar algunas presencias notables en el cartel de este año, que cuenta con Vampire Weekend, The Prodigy y Gorillaz como cabezas de cartel el viernes, el sábado y el domingo respectivamente. Ray Davies, The Specials, Dizee Rascal, Hot Chip o DJ Shadow también contribuyen a dignificar la oferta del festival.

Pronto han quedado despejados los temores de que la 'ocupación' británica también fuera patente en los escenarios. Por mucha influencia que se note de la influencia anglosajona, la nueva dirección no ha descuidado la presencia de artistas nacionales, con una equilibrada representación de lo que se escucha en el país: ahí están veteranos como Parade o Sr. Chinarro y formaciones más recientes como Triángulo de Amor Bizarro y Southern Arts Society.