A nivel mundial los datos son contundentes. El estreno cinematográfico de Eclipse, tercera entrega de la saga Crepúsculo, ha sido un éxito rotundo, pese a que la cinta no se ha filmado en 3D. Los vampiros han reventado las cajas fuertes de todos los cines donde ha sido estrenada la cinta. La taquilla es suya. La provincia de Alicante no se ha visto exenta de la fiebre vampírica que se ha extendido a nivel planetario, una moda que tiene visos de perdurar, como mínimo, a lo largo de todo el verano.

"Durante los primeros quince días ha sido líder indiscutible, llenando las salas y provocando el máximo aforo de la temporada. En las tres salas en las que la hemos proyectado, hemos superado el 80% de ocupación, lo que supone un millar de personas por pase. Ha funcionado mejor que Luna Nueva (segunda entrega) y algo por debajo de Crépusculo (primera parte)", apunta Daniel Díez, gerente de los cines Cinebox del centro comercial Plaza Mar de Alicante, donde se estrenó la única copia en Alta Definición de la provincia. "La mayor parte de los clientes han sido pandillas de adolescentes, aunque también han venido bastantes parejas adultas", destaca. En la misma línea habla Pablo Ramón, responsable de los cines Yelmo del centro comercial Puerta de Alicante. "Hay gente que ha venido dos o tres veces a ver la película y muchos ya esperan a que se estrené la próxima entrega".

Los números hablan por sí solos. En su primer fin de semana en cartel (3 y 4 de julio) recaudó más de 300 millones de euros en todo el mundo. En España, aunque coincidió con el Mundial, la película duplicó la taquilla de la semana anterior. De los 7 millones de euros que se dejaron los españoles en los cines, 5 fueron para Eclipse. Teniendo en cuenta que fue estrenada en 717 salas del país, dejó una media de 7.000 euros en cada una. En su segunda semana, aunque le surgió la competencia de Shrek, se aproximó a los 2 millones, con lo que ya ha superado la barrera de los 12.

La cuarta y última entrega de los libros de Crepúsculo, Amanecer, será llevada al cine en dos películas, como se ha hecho con Harry Potter. La primera de ellas, está previsto que se estrene en Estados Unidos el 18 de noviembre de 2011, por lo que llegará a España en Navidad. Desde que la escritora californiana Stephenie Meyer escribiera la primera parte de la historia en 2005, sus libros han vendido 25 millones de copias y han sido traducidos a 37 idiomas distintos. La historia de amor entre el vampiro Edward y la humana Bella ha calado hondo entre los adolescentes, convirtiendo a Robert Pattison y Krisrten Stewart, los actores que dan vida a los personajes, en ídolos de masas.

"Aunque tiene la novedad de los vampiros, no deja de ser una historia de amor imposible entre distintas clases", señala Chuse Congost, estudiante alicantina de 24 años. Una de las críticas negativas que recibe la saga es que tiene más de cuento amoroso para adolescentes que de relato vampiresco. "Está claro que no es la típica obra de vampiros al uso. Que nadie piense que se va a encontrar con Drácula ni con bocados en busca de sangre. Los vampiros de Crepúsculo llevan tatuajes, escuchan música y conducen deportivos", cuenta Cande Sánchez, responsable de comunicación de la Fnac de Alicante.

Para muchas de las jóvenes que ahora ven Crepúsculo, su primer acercamiento al mundo vampírico fue en 1994 con Entrevista con el vampiro. "Brad Pitt y Antonio Banderas fueron los primeros vampiros con encanto", recuerda Cristina Samper, administrativa de 23 años.

Con cada libro o película nueva que se estrena la moda por los vampiros se reaviva, como ha sucedido una vez más. "El día que salía a la venta el libro Amanecer, había 300 personas esperando a que abrieran las puertas de la Fnac", recuerda Sánchez. "Se puede afirmar que se ha reactivado el interés por el género. Ejemplo de ello son series como True Blood, libros como La segunda vida de Bree Turner, spin off de un personaje secundario de Crepúsculo, o Nocturna, la trilogía escrita por Guillermo del Toro y que será llevada al cine", subraya.

"Otro caso es el de El tapiz del vampiro, un libro que fue escrito en 1980 y que se volvió a editar el año pasado a raíz del éxito de Crépusculo", informa Luis Fernando Sánchez. Este ingeniero alicantino de 30 años rompe con el tópico de que la historia es exclusiva para el público adolescente. "A diferencia de J. K. Rowling, los lectores tradicionales de Stephenie Meyer no son jóvenes. Lo que pasa es que la trama que cuenta nace en un instituto", destaca Sánchez. Sobre su afición por la historia de Edward y Bella, explica que "he leído muchas novelas de vampiros y solo en una, El collar de plata, encontré una historia de amor con una humana. Eso me llamó la atención".

Para el ingeniero, aunque la saga "es una revisión moderna del género, ya que son vampiros inteligentes, con aspecto humano y no chupan sangre", Crepúsculo tiene más miga de lo que se puede pensar en un principio. "Te lleva a plantearte de qué modo afrontarías una situación así y trata reflexiones más profundas, como el paso del tiempo o las relaciones familiares". Y opina que "la calidad literaria no es excesiva, pero el argumento y la documentación hacen que sea una obra muy atractiva".