No es muy usual que los comisarios de una exposición acudan a la presentación de la misma vestidos con camisetas de los Rolling Stones o Led Zeppelin. Tampoco lo es que una universidad española dedique estudios a un movimiento, antaño contracultural, como el rock. Estas dos situaciones atípicas se dan en Rock y medios de comunicación en España, uno de los cursos de verano de la Universidad de Alicante, el primero en España que otorga créditos optativos a los participantes inscritos.

El ciclo, que comenzó ayer y finaliza el viernes, propone una reflexión acerca de la construcción en España del género musical, su difusión en los medios, las estrategias de mercado de los sellos discográficos y su papel en la juventud española.

Entre los ponentes del curso se encuentran periodistas, investigadores y músicos. Uno de ellos es Salvador Domínguez, guitarristas de formaciones como Los canarios, Pekenikes o Banzai. "Hay que ser felices con la música, el arte y la vida", exclama Domínguez, quien también ha escrito varios libros sobre la historia del rock en España.

Además de las conferencias, Rock y medios de comunicación en España incluye una serie de actividades paralelas, como la presentación del último disco de Barricada, coloquios en la Fnac y un concierto en la sala Jazzboree para los alumnos del curso.

Dentro del ciclo académico, se organiza la exposición Fetiches del rock (sala Altamira del Museo de la UA), en la que se muestra la colección privada de objetos de culto que han ido acumulando a lo largo de los años El Pirata (sobrenombre tras el que se esconde el popular locutor Juan Pablo Ordúñez) y Ken Hensley, miembro de Uriah Heep, uno de los grupos más populares de rock duro de los setenta. El músico británico reside en Alicante. "El rock puede con todo, está en el corazón. Lo más difícil es dejar de ser una estrella, pero lo importantes es seguir tocando. Yo, a mis 64 años, todavía lo hago", afirma.

Discos, carteles, fotografías, galardones, camisetas, revistas... Existe todo un inventario de parafernalia en torno al rock. "En la muestra hay desde guitarras firmadas por Ritchie Blackmore (fundador de Deep Purple) hasta la entrada del último concierto al que fuí. Los elementos de la exposición tienen mucha vida. Así es como concibo el rock. Está muy bien que entre en los templos del saber, pero su sitio no son los museos, son los escenarios", comenta, enfundado en una camiseta negra de Led Zeppelin, El Pirata, comisario de la muestra junto al profesor de la UA Kiko Mora.

Fetiches del rock está dividida en tres salas, dos con material perteneciente a El Pirata y otra dedicada a Hensley. En el espacio destinado al músico inglés, brillan con luz propia los discos de oro y de platino que ha recibido como reconocimiento a sus ventas. También destaca un piano suyo. "Es mi bebé", bromea el artista. Las propiedades de El Pirata tampoco se quedan atrás. Entre ellas, resaltan uno de los trajes de colegial con los que actúa el guitarrista de AC/DC Angus Young, pases vip y fotografías de conciertos de grupos como Aerosmith, Motorhead o Pink Floyd o el primer ejemplar de la revista Heavy Rock.

Diferencia con los anglosajones

Josefina Bueno, vicerrectora de Extensión universitaria de la UA, da la bienvenida a la exposición. "No dudamos en acogerla en el MUA. Con esta muestra rompemos muchos clichés al adentrarnos en un movimiento subcultural. Está claro que ni la exposición ni el curso son convencionales".

La llegada del rock a la universidad es uno de los aspectos que más comentarios genera, sobre todo por las diferencias en el trato académico que separan a España del mundo anglosajón. "Ellos están muy pendientes de la cultura alternativa y aquí no ocurre lo mismo. Nos llevan 40 años de adelanto. Con este proyecto queremos llenar el hueco que hay en la educación española, porque el rock está muy afincado en la vida cotidiana", apunta Kiko Mora. El Pirata secunda la tesis del profesor. "Estas activiades tienen que ser una obligación para las universidades porque acogen a mucha gente joven".