"Parece ser que la cultura y el fútbol no se llevan demasiado bien", admite el presidente de la Asociación Provincial de Libreros, José Antonio Vizcaíno. La Feria del Libro de Alicante, que este año celebró su cuadragésima edición, ha estado marcada por el Mundial de Fútbol. "De diez días que dura la feria, tres han coincidido con partidos en los que jugaba España", lamenta Vizcaíno que, a pesar de todo, reconoce estar muy contento por el triunfo de La Roja.

Pese a los buenos resultados de los tres primeros días, que parecían indicar que las ventas iban a ser superiores con respecto a la pasada edición, finalmente el fútbol no ha permitido que se cumplieran las expectativas. En un principio se planteó la posibilidad de prolongar un día más la feria para compensar los tres días flojos, pero finalmente esto no ha sido posible. Desde la dirección, optaron por cerrar las casetas a las ocho de la tarde en lugar de a las doce de la noche como estaba previsto.

Algunas casetas no esperaron a ayer domingo y decidieron cerrar el sábado por la noche. Es el caso del autor Fran J. Marber, quien, ante la falta de asistentes que se esperaba para la tarde de ayer, decidió adelantar un día el cierre . "Cuando juega España no vendemos prácticamente nada", lamentó Marber. La librería Dante también decidió cerrar mientras España disputaba la final. Por su parte, la responsable de la librería ECU, Teresa Argilés, decidió no cerrar hasta el final de la feria. "Así recogeremos más tranquilos", afirmó resignada.

Una Feria del Libro marcada por el Mundial, pero también por la celebración del centenario del nacimiento de Miguel Hernández. Toda la obra del poeta ha tenido muy buena acogida, especialmente la biografía del autor alicantino José Luis Ferris y el libro infantil Mi primer libro sobre Miguel Hernández del mismo autor.

Los libros más demandados han sido los escritos por autores que han pasado por las feria para firmar ejemplares. El público que ha querido asistir a la cita literaria ha sido principalmente un público familiar en el que el gusanillo por la lectura se suele contagiar a los más pequeños.

Del libro electrónico, ni rastro. "La principal ilusión de un autor es ver su libro en papel y poder firmar ejemplares. El libro electrónico no ofrece esta posibilidad", explica López Vizcaíno.

La Feria del Libro de Alicante ha logrado convertirse año tras año en todo un referente de la cultura literaria. Se fomenta tanto la lectura como la escritura ya que los talleres siempre tienen una gran acogida y personas de toda España se desplazan expresamente a Alicante para asistir a ellos.