No cabe duda, la relación de Kylie Minogue con España pasa por sus momentos más dulces. No se trata únicamente del romance que mantiene desde hace dos años con el modelo Andrés Velencoso, sino que la cantante australiana ha elegido la isla de Ibiza para la presentación mundial de su nuevo disco, "Aphrodite".

"No puedo respirar, dejadme un segundo para que recupere el aliento", ha solicitado cuando se acomodaba ante los periodistas, que aguardaban la comparecencia de la artista en una paradisíaca cala de la isla.

Ataviada con un vaporoso vestido de color blanco, Kylie Minogue se mostró sorprendida cuando le comunicaron que su último "single" "All the lovers" ya ha alcanzado el "número uno" en ocho países: "Es maravilloso y, de alguna forma, le da sentido a todo nuestro trabajo".

"Cuando empezamos a componer este disco plantamos una semilla que ahora, tantos meses después, por fin ha florecido. Sabía que podíamos conseguir algo especial y creo que lo hemos hecho", ha añadido Minogue, cuyo "objetivo principal" consistía en ofrecer "una mezcla interesante de música fresca y bailable".

"Lo único que me interesa es que la gente pueda disfrutar de estas canciones, que se emocionen al escucharlo; quería un disco que hablara, que fuera capaz de decir muchas cosas", ha detallado Kylie Minogue antes de confesar "la importancia" que otorga a "la opinión de los fans".

"Me ayudan mucho, sobre todo en esta época en la que puedes entrar en internet, echar un vistazo en los foros y leer lo que dicen sobre la música que hago", ha declarado la vocalista nacida en Melbourne.

A pesar del respeto que le guardan sus seguidores de todo el mundo, Minogue se ha mostrado precavida sobre la recepción que se le pueda dispensar a su nuevo trabajo: "Es un disco que se debe escuchar con la mente abierta, sin pensar en lo que haya hecho antes".

En cualquier caso, Minogue concede que "Aphrodite" es un disco "feliz". "Creo que estoy en un buen momento de mi vida, muy segura de mí misma, y los productores han hecho un gran trabajo al plasmar todas mis emociones en las canciones del disco", ha aseverado.

La lentitud y la calma exasperan a la intérprete, que a sus 42 años mantiene la endiablada vitalidad que le ha caracterizado desde sus inicios. "Me gusta que las cosas salgan rápido y bien. De hecho, mis productores suelen decirme que trabajo muy deprisa", ha desvelado.

"El tiempo es algo precioso, y si algo no funciona, es mejor dejarlo y pasar a otra cosa", ha confiado Kylie Minogue, que se declara "ansiosa y entusiasmada" por arrancar su próxima temporada de actuaciones.

"Falta un poco; será en 2011 y ya puedo asegurar que no será una cosa pequeñita de dos meses. El año pasado casi no tuve descanso y este parece que lleva el mismo camino, pero no pasa nada. Me encanta visitar otros lugares", ha bromeado.

Si el asunto radica en conocer nuevos espacios, Kylie Minogue añadió una nueva muesca a su "revolver" con el concierto que ofreció el pasado sábado en la madrileña Plaza de España. "Fue asombroso ver a miles y miles de personas saltando y bailando en la calle. Además, me dedicaron una coreografía muy especial", ha recordado.

Mientras anunciaba que "Get out of my way" será el segundo "single" del disco, la artista ha reconocido que quiere diversificar su desempeño profesional. "Me gustaría desarrollar mi faceta interpretativa. Acabo de terminar una película en Nueva York y me ha gustado mucho la experiencia".

A nivel personal, esta diva del pop se conformaría con "alcanzar un mayor equilibrio" en su vida. "Los últimos años han sido muy buenos, pero quiero más. Quizás se está acercando el momento de crear una familia", ha rematado.