La maquinaria llegó al Archivo Histórico Provincial de Alicante a finales de diciembre y tres semanas más tarde ya se encontraba montada. Desde entonces, nada se ha movido en el que pretende convertirse en el centro de referencia para la restauración de papel, pergamino y documentación gráfica de la Comunidad Valenciana. El retraso en la puesta en marcha de este departamento se debe a la falta de personal, dotación que corresponde al Instituto Valenciano de Conservación y Restauración, dependiente de la Conselleria de Cultura.

En principio, son cuatro especialistas los que está previsto que trabajen en este nuevo centro, tres puestos fijos y uno para colaboradores o becarios. Sin embargo, ni en el propio Archivo Histórico Provincial conocen cuál será la fecha en la que llegarán los especialistas enviados por la Generalitat y se pondrá en funcionamiento. Ni siquiera la Conselleria de Cultura da una respuesta, después de que este periódico haya solicitado esta información en tres ocasiones.

El Archivo Histórico Provincial de Alicante se inauguró en 10 de enero de 2008, en un nuevo edificio construido en el polígono de Babel, al que se trasladó toda la documentación que se encontraba hasta entonces en la Biblioteca Azorín del Paseíto Ramiro. Fue en ese acto en el que se anunció que este centro, construido por el Ministerio de Cultura con un presupuesto de 9 millones de euros, pero de gestión autonómica, contaría con el departamento de restauración de papel referencia para la Comunidad Valenciana. Entonces, la consellera de Cultura, Trinidad Miró, destacó que para ese mismo año, 2008, ya existía una partida de 90.000 euros destinada a poner en marcha este laboratorio.

Sin embargo, todo fue acumulando retrasos. Aunque el Archivo Histórico ya estaba abierto, con el equipo técnico trabajando en su interior, no fue de acceso público hasta mediados de 2008, debido a diversos problemas en el trámite para conseguir el permiso de primera ocupación. Después, el Ministerio de Cultura no adjudicó la contrucción de la maquinaria para el laboratorio de papel hasta septiembre de 2009. A finales de diciembre se trasladó hasta Alicante, se montó en enero y se anunció que estaría en marcha en el primer trimestre del año. Pero ahí permanece todo este material sin que se haya utilizado ni una sola vez.

El laboratorio de papel ocupa un total de 143 metros cuadrados en la planta baja del nuevo edificio y está dividido en dos partes comunicadas. En una de ellas se ha instalado la maquinaria para realizar tratamientos húmedos para relleno de las partes de documento desaparecidos, así como lavado del papel, y en la otra, la destinada a los trabajos en seco, como reintegración de papel, alisados, encuadernación y laminación.

Las características de este centro de restauración contemplan la posibilidad de que trabajen cuatro personas y en él se podrán realizar trabajos de muy diferente índole, desde grandes formatos a documentos más pequeños como libros.

La empresa que se encargó de construir la maquinaria, diseñada específicamente para el archivo alicantino, también ha realizado trabajos para el Archivo Histórico Nacional de Madrid, la Fundación Real Fábrica de Tapices, el Museo San Pío V de Valencia, el Archivo del Reino de Valencia o el Archivo Histórico Nacional de Salamanca.